Nacional

Elecciones 2018

A la tercera, AMLO arrasa

Luego de tres intentos, por fin el político tabasqueño logró ganar la presidencia

A la tercera, AMLO arrasa

A la tercera, AMLO arrasa

ELIA BALTAZAR

Tres campañas después, Andrés Manuel López Obrador será el primer presidente de izquierda en México y asumirá el próximo 1 de diciembre.

Dos veces derrotado en las urnas de una elección local y dos veces más en la contienda presidencial, López Obrador cumplió hoy la consigna que estalló en julio de 2012. Aquella que prometía "llevar al 'Peje' a la silla" (presidencial), en la elección presidencial más cerrada en la historia reciente de México, que lo dejó a 0.63% de distancia del triunfo.

Después de aquella elección, nadie hubiera apostado por su triunfo hoy. Pero López Obrador regresó.

Para la campaña de 2012, López Obrador y su partido se recompusieron como pudieron. Cada vez más alejados entre ellos: él con nuevos aliados, casi todos ex funcionarios de su gobierno en la Ciudad de México. Entre ellos estaba Marcelo Ebrard, quien había declinado a su favor en la campaña de 2000 para jefe de Gobierno, formó parte de su gabinete, lo relevó en el cargo al ganar la elección de 2006 en la capital y hasta le "disputó" la candidatura presidencial del PRD por el método de encuesta.

A esta elección federal, AMLO vino de abajo y remontó en las encuestas hasta rondar el 34% de la intención de voto, pero 4 puntos debajo del entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, quien ganó la elección.

La noche del 1 de julio de 2012, en el hotel Hilton de la Ciudad de México, López Obrador fue más cauteloso ante los resultados preliminares que le daban el triunfo a Peña Nieto: "La postura que asumo es esperar hasta que tengamos las actas y todos los resultados".

Pero reclamó falta de equidad en el proceso, "dinero a raudales" para favorecer al candidato del PRI y una riada de irregularidades durante la campaña y la jornada electoral. López Obrador había perdido de nuevo y las alertas de conflicto poselectoral se encendieron de nuevo. Pero AMLO ya no tenía el mismo apoyo de su partido y sus simpatizantes eran menos.

Así, hubo quienes pusieron punto final a la historia electoral de López Obrador. Pero regresó y ahora habrá que escribir su siguiente capítulo.

Su carrera política

En la política desde los años 70, López Obrador militó hasta 1988 en el PRI (Partido Revolucionario Institucional), cuando abandonó sus filas para sumarse a la Corriente Democrática, una escisión del PRI que se convirtió en el Frente Democrático Nacional y sumó como aliados a los partidos de izquierda para contender por la Presidencia con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato.

En aquellos años López Obrador era un popular político en Tabasco, que quiso ser candidato a gobernador por el PRI y lo rechazaron. Luego volvió a contender ya por el PRD, pero perdió. Sin embargo, esa derrota fue el resorte que lo convirtió en líder social.

En los siguientes tres años se convirtió en presidente estatal del recién fundado (1989) Partido de la Revolución Democrática (PRD) y encabezó su primera caminata de Villahermosa, Tabasco, hacia la Ciudad de México para denunciar y reclamar fraude en elecciones locales. La llamó el "éxodo por la democracia", que recorrió 759 kilómetros durante poco más de mes y medio. Llegó al Zócalo capitalino el 11 de enero de 1992 y al día siguiente, luego de una reunión en la Secretaría de Gobernación, consiguió que el PRD encabezara un concejo municipal en Tabasco. Fue el primer triunfo de un partido de oposición en ese estado.

Candidato al gobierno de Tabasco por segunda ocasión en 1994, esta vez ya por el PRD, López Obrador perdió otra vez y de nuevo emprendió un "éxodo" hacia la capital del país. Pero en esa ocasión no consiguió sacar de la gubernatura a su rival, el priista Roberto Madrazo, a pesar de sus denuncias fraude y de presuntos gastos ilegales.

Su siguiente parada en el camino de la protesta civil ocurrió dos años después, en 1996, cuando encabezó un movimiento de resistencia a favor de campesinos y pescadores afectados por las actividades petroleras de la entonces paraestatal Pemex. Hubo bloqueo de carreteras y de entradas a campos petroleros, enfrentamientos con la fuerza pública y más de 200 perredistas detenidos.

Ese mismo año, Andrés Manuel López Obrador fue elegido presidente nacional del PRD. Al año siguiente, su partido se convirtió en la segunda fuerza política en la Cámara de Diputados y con Cárdenas como candidato ganó la primera elección democrática en la Ciudad de México (que había sido hasta entonces un apéndice del gobierno federal llamado Departamento del Distrito Federal).

Gobierna la Ciudad de México

AMLO, como lo llaman sus seguidores, es uno de los seis hijos de los comerciantes Andrés López Ramón y Manuela Obrador González, nacido en la comunidad de Villa Tepetitán, municipio de Macuspa, en Tabasco.

Por su origen, los habitantes de la Ciudad de México lo bautizaron como "El Peje", que deriva de pejelagarto, un pez de agua dulce que abunda en los ríos tabasqueños y en el menú de la comida regional.

Los capitalinos no encontraron mejor manera para distinguir al político tabasqueño que aspiraba a gobernar la Ciudad de México en la elección de 2000. Fue su primera y hasta ahora única victoria en las urnas y por un margen mínimo sobre su contendiente del PAN, Santiago Creel.

Entonces vino el despegue. Arropado por la fuerza política que había ganado el PRD en la capital del país, AMLO impuso su sello con claroscuros. Primero le imprimió un desconocido ritmo a la agenda política nacional: todos los días, de lunes a domingo, a las 6 de la mañana, López Obrador ofrecía una conferencia de prensa que lo hizo ganar cada vez más espacios en los medios. Luego apareció montado en un automóvil austero: un Tsuru sedán blanco que conducía su chofer Nicolás. De su protección se encargaban "las gacelas", un equipo de seguridad femenino.

Como jefe de Gobierno impuso una austeridad que rayó en el exceso para financiar sus programas sociales. Uno en particular se impuso en el país: la pensión universal para adultos mayores, que venció todas las oposiciones hasta convertirse ley y en un programa social federal. Menos éxito tuvo con la construcción del segundo piso de Periférico, cuyos contratos y financiamiento todavía están en entredicho por su opacidad.

En busca de Los Pinos

Durante los cinco años que gobernó la ciudad de México, López Obrador fue el contrapunto de Vicente Fox, el primer presidente de oposición en el país. Su rivalidad escaló progresivamente hasta arañar los límites de la animadversión.

Al presidente Fox y a otros "enemigos" políticos, entre ellos el expresidente Carlos Salinas de Gortari, les atribuyó urdir en su contra una serie de "complots" para desacreditarlo.

El peor escándalo de su administración fueron los llamados videoescándalos: unos videos filtrados a Televisa que exhibían imágenes de su entonces secretario particular René Bejarano recibiendo dinero en efectivo, empaquetado con ligas y guardado en un maletín. Más tarde se supo que detrás estaba el empresario argentino Carlos Ahumada. Otros videos también mostraron a su secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, jugando en Las Vegas. Su "pasatiempo" le costó el puesto y lo llevó a la cárcel.

Lo peor para AMLO vino en 2005, cuando la Procuraduría General de la República solicitó a la Cámara de Diputados promover su desafuero por haber violado una orden judicial que lo obligaba a suspender la construcción de una calle en un terreno expropiado.

Lejos de debilitarlo, este episodio lo fortaleció. El argumento del complot en su contra surtió efecto y en la capital hubo manifestaciones multitudinarias para apoyarlo. El desafuero se concretó, pero la inconformidad llegó a tal punto que el gobierno federal tuvo que desistir y finalmente retirar la acusación. Así llegó como favorito a contender por primera vez por la Presidencia.

La tercera fue la vencida

AMLO protagonizó con el panista Felipe Calderón la contienda electoral más cerrada en la historia del país, que perdió por 0.62% de la votación. Llevó su protesta postelectoral de los tribunales a las calles. En avenida Reforma convocó a un plantón popular que mantuvo durante 48 días y le ganó la animadversión de amplios sectores de la capital del país. Después se proclamó "presidente legítimo", con una especie de gabinete "sombra".

En 2012 volvió a contender por la Presidencia. Perdió la elección en la que contendió contra la panista Josefina Vázquez Mota y el priista Enrique Peña Nieto, ganador con 38.21% de la votación. López Obrador vino de atrás en las preferencias para colocarse en el segundo lugar con 31.59% de los votos.

Se vienen cambios

El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, comenzará su gobierno con una serie de medidas que significarán un cambio en el ejercicio de la Preisdencia.

En su discurso de cierre de campaña en el Estadio Azteca, Andrés Manuel López Obrador resumió los cambios inmediatos por venir con su Presidencia.

De ellos había hablado durante toda su campaña, pero el pasado miércoles fue puntual al exponer cada uno. No obstante, todavía falta saber si el Congreso tiene algo que decir sobre el conjunto de medidas que tomará a partir del próximo 1 de julio.

La residencia oficial del presidente se convertirá en un espacio cultural y recreativo abierto a los ciudadanos. El no vivirá en la casa que inauguró nada menos que el general Lázaro Cárdenas, en 1935.

En alguno de sus mítines afirmó que seguirá viviendo en su casa de la delegación Tlalpan, al sur de la Ciudad de México y que tal vez rentará una casa cerca de Palacio Nacional, pero al cabo del primer año de gobierno, hasta que su hijo más pequeño, Jesús, termine la primaria. "Entonces sí vamos a rentar una casa modesta, cerca de Palacio Nacional", dijo. Desde allí despachará: en el Centro Histórico de la capital.

Reducirá a menos de la mitad el salario como presidente que actualmente recibe el priista Enrique Peña Nieto, y "sin compensaciones de ninguna índole". Ordenará lo mismo para los altos funcionarios de su gobierno.

Con el último incremento salarial que le otorgó el Congreso en 2017, Peña Nieto percibe 4.452.601 millones de pesos al año de percepción bruta anual, lo que incluye salario y prestaciones.

Reducirá drásticamente el uso de escoltas para él y sus funcionarios. De hecho, aseguró que sólo dispondrán de estas los funcionarios que trabajan en tareas de seguridad. El a su vez renunciará a los servicios del Estado Mayor Presidencial, el órgano técnico militar que hasta ahora es responsable de la seguridad del presidente y su familia. En adelante, dijo, pasará a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Venderá el avión presidencial y toda la flota de aeronaves y helicópteros al servicio de altos funcionarios.

El avión presidencial, un Boeing Dreamliner 787-8, tuvo un costo de 218.7 millones de dólares, incluida ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones.

Cancelará los beneficios de gastos médicos privados para funcionarios, reducirá al mínimo los viajes al extranjero de él, su gabinetes y funcionarios, y recortará el pago de asesores y publicidad. En muy pocos casos habrá secretarios particulares.

Eliminará el fuero para el presidente en funciones. Enviará una iniciativa al Congreso para reformar la Constitución con el propósito de que el mandatario federal pueda ser juzgado por delitos de corrupción.

Habrá revocación de mandato. Aseguró que en tres años someterá su presidencia a consulta pública para saber si los ciudadanos quieren que siga al frente del Ejecutivo federal. De lo contrario, se someterá a la revocación de mandato.

A las 6 de la mañana arrancará sus actividades con la reunión de gabinete de seguridad que se llevará a cabo todos los días y en la que participarán los secretarios de Defensa y Marina, el responsable de Seguridad Pública, la secretaria de Gobernación (ya anunció que ese cargo lo ocupará la ex ministra Olga Sánchez Cordero), y el Fiscal general, para recibir el reporte de los delitos cometidos cada 24 horas y tomar las decisiones necesarias.

Desaparecerá el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Afirmó que su gobierno nadie sería espiado, perseguido, reprimido o desterrado, por eso dejará de existir este centro de inteligencia.

Eliminaría las pensiones de los ex presidentes. Durante sus tres campañas ha insistido que ese es un beneficio que no existe en la ley y que sólo es un acuerdo entre el mandatario que sale y el que llega a la Presidencia. "Los ex presidentes reciben una pensión de cinco millones de pesos mensuales en total. Salinas, Zedillo, Fox, Calderón. Ni Obama tiene una pensión así".

Y por último, habrá una constitución moral para "el bienestar del alma". Para ello convocará a los ciudadanos para construir un consenso ético, y elaborar y divulgar una Constitución moral, que no tendría valor jurídico, pero indicará cuáles son los valores fundamentales que hermanan a los mexicanos.

Escrito en: elecciones 2018 López, Obrador, presidente, Ciudad

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nacional

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas