Alergia o algo más

El angioedema es una inflamación ubicada por debajo de la superficie de la piel y del tejido graso, de acuerdo a la American Academy of Allergy Asthma & Immunology (AAAAI). La mayoría de las veces no es grave, sin embargo si afecta las vías respiratorias puede provocar la muerte.

A diferencia de la urticaria, ronchas que se caracterizan por picazón, inflamación y enrojecimiento, el angioedema afecta capas más profundas de la piel, a menudo alrededor del rostro y en los labios, aunque también puede manifestarse en piernas, manos, abdomen y otras zonas del cuerpo. Esta hinchazón puede ser tan intensa que produzca una deformación completa de la zona donde aparece.

Puede haber angioedema con o sin urticaria (ronchas). Para determinar el tratamiento adecuado, los médicos requieren conocer el mecanismo subyacente de la inflamación o de la afección específica.

Los signos y síntomas del angioedema comprenden:

• Hinchazón y enrojecimiento.

• Dolor o calor en las zonas afectadas.

• Puede ir acompañado de habones, ronchas grandes, de varios centímetros, de forma irregular, que se pueden unir unas con otras, simulando mapas.

Causas

La urticaria y el angioedema pueden aparecer debido a:

Alimentos. En personas sensibles, muchos alimentos pueden provocar reacciones alérgicas, algunos de ellos son huevos, mariscos, cacahuates, frutos secos y pescado.

Medicamentos. La reacción puede derivarse de fármacos como la penicilina, la aspirina, el ibuprofeno, el naproxeno y medicinas para controlar la presión arterial.

Alérgenos. Sustancias como el polen, caspa de animales, látex y picaduras de insectos.

Factores ambientales. Calor, frío, la luz del sol, el agua, la presión sobre la piel, el estrés emocional y el ejercicio.

Afecciones no diagnosticadas. La urticaria y el angioedema también pueden aparecer en respuesta a transfusiones de sangre, enfermedades inmunológicas como el lupus, algunos tipos de cáncer como el linfoma, ciertas afecciones de la tiroides e infecciones por bacterias o virus como la hepatitis, el VIH, el citomegalovirus y el virus de Epstein-Barr.

Genética. El angioedema hereditario es una rara forma heredada de la afección. Está relacionada con niveles bajos o con el funcionamiento anormal de ciertas proteínas en la sangre que participan en la regulación del funcionamiento del sistema inmunitario.

Los pacientes que lo padecen presentan episodios frecuentes de inflamación en cualquier zona del cuerpo. Si el edema afecta el aparato digestivo, puede confundirse con apendicitis, pero además puede afectar las vías respiratorias, y poner al paciente en riesgo de muerte.

Es fácil sospechar de este padecimiento si se tienen familiares afectados.

Factores de riesgo

Para el paciente, es posible que exista un mayor riesgo de padecer urticaria y angioedema si:

• Tuvo alguno o ambos padecimientos con anterioridad.

• Presentó otras reacciones alérgicas.

• Tiene un trastorno como lupus, linfoma o alguna enfermedad de la tiroides.

• Tiene antecedentes familiares de urticaria, angioedema o angioedema hereditario.

Tratamiento

El tratamiento del angioedema va a depender de su origen, la edad del paciente, frecuencia y gravedad de los síntomas. En el angioedema alérgico, el tratamiento consiste en evitar el alérgeno responsable y la administración de antihistamínicos, esteroides y adrenalina dependiendo de la severidad, evolución y localización.

En la mayoría de los casos, la urticaria y el angioedema son inofensivos y no dejan marcas duraderas, incluso sin tratamiento.

Sin embargo, los casos graves de angioedema pueden ser potencialmente mortales si la hinchazón de la garganta o de la lengua bloquea las vías respiratorias.

Prevención

Para disminuir las probabilidades de tener urticaria o angioedema, se deben tomar las siguientes precauciones:

Evitar los factores desencadenantes conocidos. Estos pueden incluir alimentos, medicamentos y situaciones, como temperaturas extremas que han provocado urticaria y angioedema en el pasado.

Llevar un diario. Si existe la sospecha de que la comida es la causa del problema, pero aún no se ha identificado el alimento desencadenante, es recomendable llevar un diario de comidas y síntomas para poder detectarlo.