Flexitarianismo, nuevo movimiento alimentario
Las ventajas ambientales y de salud personal son el gran impulsor de un nuevo movimiento alimentario, el flexitarianismo.
La dieta flexitariana, propuesta por primera vez por Frances Moore Lappé, una activista de la comida saludable, consiste en la oportunidad de elegir alimentos saludables y sustentables, sin renunciar a la carne por completo.
Los beneficios al medio ambiente no son demasiados como sucede con las dietas vegetarianas, aunque se reduce el consumo de alimentos de origen animal y se incentiva la ingesta de verduras, semillas, frutos secos y cereales integrales.
El flexitarianismo, además, está asociado con una reducción del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 del 20%, a diferencia del vegetarianismo estricto que ayuda a reducir el riesgo en un 34%, según un estudio publicado en la revista PLOS Medicine.
Otras investigaciones han demostrado que una dieta flexitariana disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos, así como las posibilidades de tener sobrepeso u obesidad.
Esta nueva corriente alimentaria podría reducir la mortalidad mundial hasta en un 10% y las emisiones de gases de efecto invernadero y la relacionada con los alimentos en un 70%.
Actualmente, los flexitarianos suman casi 23 millones de estadounidense. Mientras que poco más de siete millones son vegetarianos.
En los últimos 10 años el consumo anual de carne decayó 15%, y aumentó la ingesta de carne de orgánica, es decir, aquella que proviene de animales alimentados con pasto, libre de antibióticos y hormonas.