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Gobernadores: primeros perdedores

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Gobernadores: primeros perdedores

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JESÚS MENA VÁZQUEZ

La elección del primero de julio no solamente dejó un nueva mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión, en donde la coalición que apoyó a Andrés Manuel López Obrador obtuvo mayorías que están muy cerca de los votos necesarios para realizar cambios constitucionales.

Además, cambiarán los equilibrios de poder a nivel local ya que es muy probable que el poder que tendrá el nuevo régimen a nivel federal se extienda a las entidades federativas en las que el gobernador es de una fuerza política distinta a Morena.

Esto seguramente se dará por al menos dos vías: por un lado, los electores le otorgaron al Movimiento de Regenaración Nacional el control de los congresos locales y, en segundo lugar, una medida administrativa que desaparecerá las delegaciones federales y las substituirá por una sola representación federal que tendrá a su cargo la operación y dispersión de los recursos de los programas federales, algo que replanteará las relaciones de los gobernadores con el centro.

El cambio de paradigma no es menor, ya que muchas de las acusaciones de corrupción que se dieron en las últimas décadas fueron precisamente contra exgobernadores y funcionarios de primer nivel en administraciones estatales.

Los gobernadores, que en el pasado se convirtieron en un símbolo de poder absoluto en sus respectivas entidades, con los nuevos equilibrios, están en camino a convertirse en una figura protocolaria. Con un congreso dominado por la oposición, cualquier cambio en la legislación local, la aprobación del presupuesto o nombramientos de cualquier índole que pasen por el legislativo, tendrán que buscar la simpatía de los representantes de la mayoría en el Congreso local y no necesariamente del gobernador de la entidad.

Además, la distribución de los recursos asignados a programas federales dependerá, en lo hechos, de los representantes del gobierno federal en cada entidad, lo que representará un contrapeso muy significativo al poder que hasta ahora tienen los gobernadores.

Tenemos un nuevo orden, un nuevo status quo, aún no sabemos si mejor que el anterior, pero fue el que los electores decidieron en la urnas. Al parecer las primeras declaraciones, que se transformarán en acciones en el nuevo presupuesto federal aprobado por la nueva integración de la Cámara de Diputados y después con la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, van en el sentido de recuperar el poder central, es decir, centralizar la toma de decisiones, lo que significará necesariamente la disminución del poder que ahora detentan los gobernadores en cada entidad en donde el partido del presidente electo tuvo mayoría en el congreso local.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública poder, federal, nuevo, nivel

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