El obispo de Gómez Palacio, José Fortunato Álvarez Valdés, sigue delicado pero estable de salud.
Julio Carrillo Gaucín, vicario general de la Diócesis de esta ciudad, dijo que monseñor continúa alimentándose vía parenteral y que están a la espera de que su organismo responda.
También agregó que el Obispo se encuentra en Mexicali, Baja California (su ciudad natal), que permanece en casa y que está acompañado de su familia.
"Parece que va subiendo un poco de peso, eso es un signo muy positivo, primeramente Dios y con la oración de toda la Diócesis, Dios le conceda ese milagro que estamos esperando de su salud", declaró.
Carrillo Gaucín dijo que todo empezó con un problema del páncreas que se complicó y se trasladó después a los intestinos.
"Ahorita el problema es que el intestino no trabaja, está inhabilitado. Esperamos que poco a poco tenga más fuerza y que vuelva a nuestra Diócesis", declaró el Vicario General.
Por designación del Papa Francisco, en marzo de 2016, José Fortunato Álvarez Valdés llegó a la ciudad de Gómez Palacio y fue recibido por los fieles católicos.
Un mes después, el Obispo fue intervenido en la Ciudad de México de un mal gástrico que lo aquejaba desde tiempo atrás. Presentaba una obstrucción en los conductos biliares, lo cual fue complicando la situación y deteriorando su estado de salud.