Hay resistencias, pero las inercias del pasado deben acabar

Sin siquiera imaginarlo, me tocó ayer personificar una escena del Durango sin civilidad y sin temor a las leyes. Así comenzó todo: La cita quedó establecida para ayer martes, a las 11 de la mañana, en una construcción en ruinas ubicada casi en la esquina de Elorreaga y Apartado. Se trataba de rescatar a un perro pastor alemán abandonado en esa propiedad deshabitada, llena de basura y comida descompuesta por doquier, ratas, alacranes y toda plaga nociva propia de un terreno que no ha recibido limpieza por largos meses.

Dos mujeres rescatistas, un médico veterinario listo para revisar al can y vacunarlo y un servidor llegamos puntuales al lugar para que nos fuera entregado el animalito, según lo convenido un día antes con los dueños, quienes aceptaron, de buena forma, su incapacidad de hacerse cargo de él y pidieron que fuera llevado a un lugar seguro, lejos de los riesgos que implica tenerlo en esas insalubres condiciones.

Sin embargo, menuda sorpresa nos dio una mujer que aseguró ser la dueña del can, ella y su hijo -aunque se sabe que sólo están encargados de alimentarlo, según los verdaderos dueños- quienes, en actitud amenazante y palabras altisonantes gritaron, amenazaron, chasquearon dedos, "mentaron madres", intentaron jalonear a una de las rescatistas y hasta juraron mandarnos a la cárcel ante cualquier intento de llevarnos al perro.

Los dueños, también propietarios del inmueble, no aparecieron (aunque más tarde se comunicaron para disculparse por las agresiones recibidas y adujeron un problema de salud de la dueña) y los vecinos que habían estado denunciando el maltrato hacia el animal y la insalubridad de esa propiedad en ruinas, sólo se asomaron para decir "con esa doña Aurora, poco y bueno". Dijeron tener miedo de siquiera dirigirle la palabra, sobre todo porque, según comentan, se dice lideresa de algún partido, específicamente el PRI.

Bravucón con las mujeres, el hijo de inmediato se escudó detrás de su madre, sabedor que allí estaría a salvo y desde ahí siguió con sus vituperios y amenazas. Defendían ambos no a una mascota, sino algo así como un derecho de liderazgo mal entendido del barrio, como si fuese propiedad suya. Se sabe también que reciben una cantidad semanal por "alimentar" al pastor alemán y limpiar el área, tareas de muy dudosa ejecución.

No pasó a mayores el incidente, excepto que el perro siguió en su misma mala situación. Nos alejamos por prudencia, para dar oportunidad a que los ánimos se calmaran y dejar lugar ahora al actuar de las autoridades, al menos en cuanto a maltrato animal, que ya se castiga legalmente. Esas son las escenas del México donde las leyes todavía no se aplican como debiera, donde algunos que se llaman a sí mismo líderes, se sienten poderosos por cuestión de género, por pertenecer a un partido o porque no conocen otra manera de relacionarse que la violencia. Seres en sufrimiento a quienes, cuando les llega una esperanza de cambio, no se puede porque otros se oponen ferozmente. Hay también un segmento social inconforme con la situación, pero sometido, incapaz de intentar algo por sí mismo, amedrentado y esperando que otros mejor lo intenten y les solucionen los problemas.

Es también el caso reciente del perrito abusado sexualmente por quien tiene nombre y apellido, pero no se le pudieron fincar responsabilidades por falta de evidencias, aunque sus vecinos también viven con miedo, ya no sólo por sus perros, sino porque temen una agresión a sus niños. Y anda tan campante, seguramente esperando una próxima víctima.

Es una realidad dolorosa, pero en la reflexión de cada uno de nosotros nos atrapó la coincidencia de que cuando se intenta establecer un orden, hay consecuencias no tan agradables; siempre habrá quienes se resistan a una transición positiva, sobre todo cuando alguna ganancia pueden perder.

Por fortuna, este país es otro. La mayoría de los mexicanos optamos por un cambio el pasado uno de Julio y lo logramos. Entonces, espero ser parte hoy de un operativo encabezado por personal de la Dirección Municipal de Seguridad Pública y del Juzgado Municipal para ir a rescatar a esa sufrido animalito, proceder contra sus maltratadores y aplicarles lo que estipule el Reglamento Municipal y las leyes vigentes, porque nadie, aunque sea mujer o lideresa, puede amenazar a otra persona o intentar causarle daño por sentirse poderoso.

Tenemos que darnos cuenta, como sociedad, que no podemos continuar bajo las inercias del pasado. A ese México indeseable urge darle un adiós definitivo y urge actuar para darle la bienvenida a un país distinto del que todos somos parte, por lo que no debemos mantenernos pasivos, sino activos al tratar de mejorar nuestro entorno. De modo que ¿Quién se apunta para acudir a este rescate y quién para después adoptar a este cachorro?

COLMILLOS Y GARRAS

SE QUEDÓ SIN energía eléctrica ayer, por casi una hora, el Hospital 450; por fortuna no hubo daños colaterales. Allí ha fallado casi todo, en diferentes momentos, incluso hasta el proceso penal en contra de quienes lo diseñaron, equiparon y echaron a andar, sin cumplir la expectativa anunciada desde el principio...CON EL NUEVO gobierno federal habrá coordinación, pero no sumisión, aclaró ayer el gobernador José Aispuro Torres. Aseguró también que ya se reunió con Enrique Novelo, coordinador de AMLO en Durango, con quien tendrá periódicos encuentros...ES YA RECURRENTE la versión de que en el Ayuntamiento local los directores no obedecen instrucciones del alcalde Alfredo Herrera D., quizá porque hay dudas sobre un plan de trabajo con él a mediano plazo. Sería riesgoso que esa situación termine en inestabilidad política y la ciudadanía se vea afectada.

Twitter @rubencardenas10