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Mundiales (Cuarta parte)

24/7/365

Mundiales (Cuarta parte)

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RICARDO MILLA

En alguna ocasión el influyente e iconoclasta creador Marcel Duchamp dijo que "el arte tiene la bonita costumbre de echar a perder las teorías artísticas". Su compatriota Didier Deschamps, director técnico de la selección francesa de futbol desde 2012, sabe que en los torneos de futbol aparecen con frecuencia escuadras que tienen la bonita costumbre de echar a perder las quinielas.

Hace dos años en la Final de la Eurocopa donde eran anfitriones y amplios favoritos se toparon con un cuadro portugués que les propinó una amarga derrota en su propia casa y también, de paso, una lección de humildad.

Ya en Rusia 2018, en sus primeros tres encuentros Francia hizo lo suficiente para clasificarse a la siguiente fase derrotando de manera apurada a la selección de Australia con un marcador de 2 a 1, venciendo a Perú por la mínima diferencia y empatando a cero en el único encuentro donde no cayó gol en todo el torneo con Dinamarca.

En octavos de final nos regalaron el partido más divertido del Mundial: un generoso y dinámico cuatro a tres que significó la eliminación de Argentina. Griezmann abriría el marcador por la vía penal y Angel Di María metería un golazo para irse al descanso uno a uno. Al minuto 57 Benjamín Pavard anotaría el que, en mi opinión, fue el mejor gol de este Mundial. Al 64 y al 68 Kylian Mbappé le demostraría al mundo entero que Francia era el más serio contendiente a llevarse la Copa al penetrar las redes de los sudamericanos que ya no veían lo duro sino lo tupido. Messi cerró su participación con una estupenda asistencia para que Agüero marcara e incluso en la última jugada pudieron forzar el alargue, pero volvieron a fallar a la hora precisa, como hace cuatro años en la Final contra Alemania.

En su quinto partido donde enfrentaron a Uruguay, los franceses tuvieron la fortuna de que el letal charrúa Cavani contempló el juego desde la banca debido a una lesión y de que Muslera se "comiera" un tiro con poco veneno de Griezmann. Ya en la semifinal enfrentaron a los belgas, quienes no solo contaban con carisma y solvencia, sino que habían ganado todos sus juegos hasta esa instancia, incluyendo una remontada contra Japón que fue épica.

En un tiro de esquina el defensa galo Umtiti los liquidó y así, después de haber llegado hace 20 años como jugador, Deschamps se plantaba en otra final y tenía la oportunidad de coronarse ahora también como entrenador y acompañar en ese restringido Olimpo a un alemán, Franz Beckenbauer, y a un brasileño, Mario Lobo Zagallo, los únicos dos futbolistas que lo habían conseguido hasta este pasado domingo 15 de julio de 2018 desde la primera justa mundialista hace 88 años, en el lejano 1930. Modric, Mandzukic, Perisic y otros ocho croatas más habían tomado Rusia por asalto y tras tres triunfos, tres empates (dos dirimidos en dramáticas series de penalties) y derrotando a Inglaterra en la semifinal (también en tiempos extras), se enfrentarían a Francia por salir del estadio con el título de Campeón.

Vale la pena recordar que frente a Dinamarca, Rusia e Inglaterra los croatas arrancaron perdiendo y que lograron revertir el resultado a base de talento, sacrificio, compañerismo, mentalidad blindada y espíritu imbatible. Antes de iniciar la justa deportiva los apostadores le otorgaron 16.1 % de probabilidades a Francia de estar en la Final (los tres equipos que tuvieron las más altas eran Alemania con 36.7%, Brasil con 31.9% y España con 28%), mientras que a Croacia solo le dieron un 0.9%, es decir, ¡menos del 1%! Los liderados por Modric iniciaron con la intensidad y el buen dominio del balón que los habían llevado hasta el partido más importante de su historia pero desafortunadamente al minuto 18 Mandzukic metió un autogol. Perisic recompuso el rumbo al emparejar los cartones con un golazo, para diez minutos más tarde cometer un penal que convertiría con temple de acero Griezmann. En el segundo tiempo Pogba y Mbappé liquidaron el partido con sendas anotaciones al 59 y al 65, aunque la voluntad inquebrantable croata aún depararía una última sorpresa cuando Mandzukic fue a presionar a Lloris quien se puso nervioso y cometió un "oso" que no desaprovechó el de la Juventus para colocar el marcador 2 a 4. Francia es más que un justo Campeón que bajo la batuta de Deschamps (quien aprendió la lección de hace dos años administrando a su equipo para ir de menos a más) nos entregó a los fanáticos del soccer pasajes inolvidables, jugadas y goles de antología y nos dejó un muy buen sabor de boca. Croacia y Bélgica fueron dignísimos competidores mientras que México nos ilusionó primero para luego decepcionarnos: la oncena azteca repitió su clásico recorrido de ir de lo sublime a lo ridículo (arrastrando con ellos a millones de espectadores).

Finalmente, yo rescataría para el Museo de los Goles de los Mundiales ese que metió de tiro libre, al minuto 95, Toni Kross a once suecos que defendían su portería con una parábola insospechada, así como también a la selección de Corea del Sur que sorprendentemente venció dos a cero a los teutones, campeones defensores, para corroborar la tan extraña como bonita costumbre de echar a perder las quinielas.

Escrito en: 24/7/365 Francia, tres, habían, partido

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