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CATÓN

Cantando la cigarra pasó el verano entero".

No se le debe reprochar: había trabajado toda la primavera; tenía pues derecho al canto, que es lo que le gustaba hacer después de trabajar.

La primavera de la vida, en efecto, es para eso: para trabajar.

Pero después del trabajo viene la canción, vale decir, el descanso, el placer. Y el placer y el descanso lo encontraba la cigarra en cantar.

Después vendría el otoño, que es para el reposo. Y luego el invierno, que es para el recuerdo.

Trabajemos, pues, en primavera, como la cigarra.

Cantemos luego en el verano, igual que ella. Reposemos después nuestras fatigas. Y al final recordemos el pasado.

No hagamos como la hormiga, que trabaja en la primavera, trabaja en el verano, trabaja en el otoño y trabaja en el invierno.

Eso, quizás, es saber trabajar.

Pero no es saber vivir.

¡Hasta mañana!...

Escrito en: Mirador trabaja, después, luego, primavera,

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