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Sobre la Facultad de Derecho y la J. Gpe. Aguilera

Al Ojo del Búho

Sobre la Facultad de Derecho y la J. Gpe. Aguilera

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LIC. JOSÉ ELÍAS BECHELANI DE LA PARRA

En estos tiempos y con los hechos suscitados en la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera, en donde perdiera la vida un aspirante a dicha institución, respetuoso de emitir juicios atento al principio de presunción de inocencia, creo conveniente reconocer la atinada acción del actual Director de mi Facultad, Maestro en Derecho, Jesús Reyes Santaella.

Él ha involucrado desde el primer semestre a los padres de los alumnos en diversas actividades. Cuando inicié mis estudios en dicha Facultad, si bien, las novatadas no tenían el alcance de las de la Preparatoria Diurna en aquellos tiempo (donde rapaban a los recién ingresados, les daban "zapes" e incluso los "Enchapopotaban"), había una gran rivalidad con los estudiantes del Tecnológico de Durango, que incluso en algunas ocasiones, terminó en batallas campales.

La Sociedad de Alumnos, era también muy combativa y, por qué no decirlo, al amparo de ser estudiantes de Derecho, cometíamos algunas tropelías, tales como hacer el famoso "Pisa y corre", es decir, consumir algunos alimentos o productos y salir corriendo sin pagar la cuenta.

Recuerdo que en alguna ocasión, me invitaron a comer unos tacos, los cuales aún se encuentran ubicados en la Avenida 20 de Noviembre; íbamos en mi carro, que en aquel tiempo no tenia vidrios, me dijeron: "Pide lo que gustes" y después de consumir varios tacos (Ya que en aquel tiempo ¡Vaya que comíamos bien!) me comentaron: "A las tres a correr", en cuanto dijeron: "Uno", yo ya iba casi en la esquina y en lugar de dirigirme a mi carro me fui a casa de mi abuelita paterna, quien vivía a una cuadra, los demás salieron corriendo y se subieron a mi carro y el chofer (yo) nunca llegué.

En ese entonces, se consecuentaba mucho a los estudiantes y nos lo regresaron, anécdota que no narro con orgullo pero que era común, y pudiera narrar muchas más que me contaron que no viví, lo que me hace ver que realmente las sociedades de estudiantes se encontraban investidas de un gran poder fáctico, no faltaban las armas e incluso hubo una muerte; sin embargo, en lugar de crecer y desbordarse, a través de la educación en las aulas, del dialogo con los estudiantes y sociedad de alumnos, e involucrar a los padres de familia, todo cambió y hoy me siento orgulloso de mi Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.

Veo un plantel educativo en el que se inculcan los valores, en donde cualquier ciudadano puede pasar por enfrente de sus instalaciones y no hay estudiantes ingiriendo bebidas alcohólicas; en donde se nos hace ver que el estudiar la carrera de Derecho, no sólo implica aprender las leyes y hacerlas valer ante un Tribunal cuando se es litigante, o emitir sentencia con apego a ellas cuando se es Juzgador, sino el actuar diario y personal con respeto a la Ley.

He escuchado muchos chistes y chascarrillos en los que se habla de la deshonestidad del abogado, al igual que en cualquier otra carrera, arte u oficio, no falta quien haga honor a ello; sin embargo, quienes llegan a esta Facultad con bases familiares sólidas, cuando la familia se involucra en la educación y seguimiento de la carrera que habrá de generar el sustento de la familia que seguramente se procreará, con catedráticos que bajo la guía de su Director fomenta los valores y lo que implica ser un Licenciado en Derecho.

Es decir, cuando se te explica el motivo (espíritu) de la ley, cuando el alumno llega a entender la gran responsabilidad que implica el velar por aquella persona que fue víctima de un delito o que se le involucra en su comisión, el que sufre un menoscabo en su patrimonio y que acude a buscar los servicios de un abogado y a través de él, llegar a un Juez, se castigue al culpable, se le restituya a su libertad y en su dignidad al inocente, se reintegre la posesión de la propiedad a quien hubiese sido privado de ella y/o se le repare el daño a la víctima, nos hace ver que la carrera de Derecho es una carrera humana, y que así como el médico atiende a las personas en su salud, nosotros atendemos a las personas en cuanto a su libertad y bienes, es por ello que a través de nuestro actuar diario, debemos dar el ejemplo.

Por ello, aplaudo el actuar del Director de la FADER Y CIPOL al involucrar a los padres de familia en la educación profesional de sus hijos, por inculcar valores, por practicar con el ejemplo, por el nivel de diálogo que ha alcanzado con los estudiantes y con la sociedad de alumnos de dicha institución y desde luego a sus antecesores, que lograron que lo que pudo ser un "Polvorín", actualmente sea un ejemplo, que ojalá y siguieran muchas Instituciones educativas.

Hoy por hoy, me siento orgulloso de ser abogado, Universitario y egresado de esta Heroica Facultad, que no prepara a sus alumnos para defenderse de una probable invasión, sino para al amparo de la Ley, defender a quienes vean vulnerados sus derechos y su libertad.

Escrito en: Al Ojo del Búho estudiantes, carrera, actuar, dicha

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