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Una pérdida que nos lastima a todos

PADRES E HIJOS

Una pérdida que nos lastima a todos

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IGNACIO ESPINOZA GODOY

Como padres de familia e integrantes de una sociedad, el deceso reciente de un aspirante a ingresar a la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera fue un suceso que nos lastimó a todos, porque se cortaron los anhelos y los sueños de un joven que sólo quería estudiar en esa institución educativa para convertirse en un maestro, en un hombre de bien que, con el paso de los años, formaría seres humanos a los que buscaba transmitir no sólo conocimientos, sino también valores que sólo se adquieren en el hogar y en las aulas.

A través de esta colaboración no se pretende enjuiciar ni criminalizar a ninguno de los estudiantes que participó en la llamada semana de inducción, que en el caso de la Normal Rural J. Guadalupe Aguilera se trataba de un periodo en el que los aspirantes a ingresar debían -¿o deben?- pasar por una serie de pruebas que desde hace décadas se le conoce como "novatada", que no es otra cosa que una lista de absurdas actividades a las que debían someterse los que buscaban formar parte de este plantel, sin importar que previamente hubieran aprobado el examen Ceneval con un alto promedio.

Los diferentes medios de comunicación dieron cuenta que esta vez se les salió de control la llamada "novatada", ya que trascendió que ocho aspirantes a ingresar a la Normal J. Guadalupe Aguilera tuvieron que ser llevados al Hospital Integral de la ciudad de Canatlán, cuya directora informó que, efectivamente, en dicho nosocomio se atendió a ese número de estudiantes por diferentes lesiones, uno de los cuales, incluso, por una herida de bala, de ahí que las autoridades estatales tuvieron que intervenir para tratar de controlar la situación y de calmar la indignación que suscitó la noticia, que días más tarde derivó en el deceso de uno de los jóvenes que participó en esa semana de "pruebas".

Luego de que al alumno se le dio sepultura por parte de sus familiares y amigos, los estudiantes de la citada Normal citaron a una rueda de prensa para quejarse de que el deceso del joven fallecido había sido politizado por parte de los medios de comunicación, de cuyos representantes no admitieron preguntas, sino que sólo se limitaron a leer un comunicado en el que fijaron su postura sobre los acontecimientos recientes y a través del que, dijeron, pedían que ya no se desprestigiara a su alma mater, cuando el deterioro de su reputación la propiciaron ellos mismos.

Por supuesto que algunos compañeros de distintos medios de información alzaron la voz para inconformarse por la decisión unilateral de no responder a las dudas que hay sobre el caso y el curso que seguirán las investigaciones en torno a la razón por la que se generó el deceso del joven que participó en esa "novatada", y que lo más sano y justo es que se actúe legalmente contra quien resulte responsable del fallecimiento, porque alguien intervino para que ocurriera este lamentable suceso que estremeció y conmocionó a toda una sociedad.

De acuerdo con lo informado hace algunos días por parte de la Secretaría de Educación del Estado de Durango (SEED), los estudiantes que hubieran aprobado el examen Ceneval y que hubieran decidido no inscribirse para no participar en la famosa semana de la "novatada", con el objetivo de no ser denigrados en su integridad física y moral, podían acudir a registrarse sin condición alguna por parte del denominado Consejo Estudiantil (aunque oficialmente no se mencione a este organismo), con lo que se busca dar cabida a aquellos jóvenes que prefirieron tomar distancia de la Normal J. Guadalupe Aguilera por ese motivo.

También, de manera reciente, se dio a conocer que este 16 de agosto, en una reunión convocada por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se concentrarían en el municipio de Uruapan, Michoacán, todos los directores de las Escuelas Normales Rurales del país, con el objetivo de emitir un documento a través del que se buscaría prohibir la realización de las "novatadas", ya que recientemente se informó que otro alumno de una Normal del estado de Chiapas también perdió la vida al participar en ese tipo de pruebas a las que son sometidos para determinar si son admitidos en esos planteles educativos.

En lo personal, considero que es un gran adelanto el hecho de que se emita un documento que contenga la referida prohibición. Sin embargo, ahora lo que falta es que ese pronunciamiento tenga la suficiente fuerza legal para que se haga cumplir y se terminen para siempre las "novatadas" pero no sólo en las Escuelas Normales Rurales, sino también en otros planteles educativos donde se ejercen ese tipo de actos de barbarie.

Finalmente, reitero que, sin pretender enjuiciar a nadie, el fallecimiento del joven debe ser aclarado por parte de las autoridades, y si hubo un responsable en ese suceso deberá afrontar las consecuencias de sus actos, con el objetivo de que prevalezca la justicia, porque este el clamor de la sociedad.

Escrito en: Padres e hijos Normal, Guadalupe, "novatada",, que,

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