Evocación
Pececitos que danzan sin cesar…
Espectáculo nuevo en mi memoria.
Intento atrapar al más cercano
y cuál saeta desaparece de mi vista.
Primera ensoñación, bello recuerdo.
Mágico espacio que disfruté de niño.
Custodios imponentes vigilaban el sitio,
pinos gigantes que prodigan sombra…
Remanso de paz limpio y transparente.
Paraíso de variados cromos.
Las cristalinas risas de papá y mamá
se contagian de la risa mía,
fallé mi intento de atrapar el pez.
Pronto los años pasan, diez, veinte, cincuenta…
El recuerdo aquel continúa vigente,
muchas veces primavera llega,
se matiza el campo, el jardín florece…
Estación bella, dadora de vida.
Cuando el verano por mi vida pasa,
las risas disfruto de mis amados hijos.
En tiempos precisos llegaron los nietos
y en hogares nuevos se viven ensueños.
Ahora que el otoño toca ya mi vida,
mi mente revive la bella experiencia…
El tiempo se encarga de pagar la deuda.
Espere una vida para el mágico encuentro.
En remanso de paz, donde el río termina,
uno y mil pececitos llegan a mis pies.
En conciencia plena realicé el sueño.