La inseguridad será sin lugar a dudas el problema más urgente y difícil de resolver por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Más de cien mil homicidios en cada uno de los dos últimos sexenios además de aumentos constantes y alarmantes en los índices de robos, secuestros y extorsiones, entre otros delitos, configuran un panorama de verdadera emergencia nacional.
Para la naciente Secretaría de Seguridad, el presidente electo López Obrador designó por fortuna a un profesional de la política y del servicio público. No cayó en locuacidades ni en compromisos políticos como sucedió en la Comisión Federal de Electricidad.
Alfonso Durazo Moreno, quien ha ocupado cargos claves en varios gobiernos federales, tendrá la gran responsabilidad de enfrentar a este bestial fantasma de la violencia.
Deberá pondrá en juego todo su capital y experiencia política para poder dar resultados en esta cruzada que se avecina, en otras palabras se sacó la rifa del tigre.
Bien dicen que del tamaño del problema deben de ser las soluciones.
Durazo adelantó algunas de las estrategias a seguir a partir del primero de diciembre cuando entrará en operación la nueva secretaría que funcionó en tiempos de Vicente Fox y de Felipe Calderón, y cuyo primer titular fue Alejandro Gertz Manero en el año 2000.
En entrevista con el periodista René Delgado del grupo Reforma, el ahora senador por Sonora informó que la dependencia contará con dos subsecretarías -de Seguridad y de Protección Civil y Coordinación-y con dos importantes organismos adyacentes: el Centro Nacional de Inteligencia (antes Cisen) y el Instituto de Seguridad Policial.
Durazo plantea tres estrategias prioritarias de la secretaría: combate a fondo de la corrupción policiaca, capacitación y profesionalización, y mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de los integrantes de los cuerpos de seguridad.
Admite el futuro funcionario que todavía no cuentan con un programa y estrategias concluidas toda vez que se encuentran en el proceso de entrega y recepción donde esperan recibir mayor información del estado que guarda la seguridad del país por parte del gobierno en turno.
Sin embargo, Durazo Moreno no profundizó en la complejidad del problema de violencia que vive México ya sea por falta de tiempo en la entrevista o porque todavía no han tocado el fondo.
Constreñir el problema de la inseguridad a la corrupción de las policías, en especial la federal, podría ser un diagnóstico demasiado chato, La corrupción no es solo de las policías sino también de los ministerios públicos, los jueces, las oficinas de gobierno y en general el aparato de justicia mexicano. ¿Podrá la Secretaría de Seguridad enfrentar ese otro descomunal ogro?
Existen redes internacionales del crimen organizado, en especial del narcotráfico, que Durazo no menciona en la entrevista y que seguirán actuando con policías honestos o corruptos. ¿Ya cuenta la secretaría con un plan bien trazado para detectar y desmembrar a las mafias del país?
Convendría antes de concretar la estrategia voltear a países que han logrado éxitos en sus programas de seguridad o bien que han enfrentado situaciones similares a México. Ahí están Colombia y Brasil en Sudamérica; Inglaterra, España e Israel en Europa; Singapur, Japón y Corea del Sur, en Asia.
Desde luego Estados Unidos a quien hay que aprenderle mucho por la dramática reducción de homicidios y delitos comunes en las últimas dos décadas. Por cierto, la cantidad cuenta, el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) posee 240,000 empleados dedicados a la protección del vecino país.
El trabajo para la Secretaría de Seguridad será arduo y retador. Quedan todavía tres meses para desarrollar los planes, metas, objetivos, procedimientos y manuales de organización de la nueva dependencia.
Esperemos se estudien modelos de otros países y se logre construir una secretaría a la altura de los tiempos modernos en materia de seguridad y con la más avanzada tecnología.
A grandes problemas, grandes soluciones, México y los mexicanos lo merecemos.
Noticias, noticias...
Arrancaron ayer las sesiones de la Cámara de Diputados con una actividad inusitada, la fracción Morenista, ahora con mayoría absoluta gracias a una negociación con el PVEM, proyecta aprobar varias iniciativas interesantes, entre ellas la tan llevada y traída eliminación del fuero para los funcionarios y legisladores federales. Veremos si este partido cumple su repetida promesa o se retracta ahora que llegaron a la cúspide del poder.
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