La importancia de las vitaminas para deportistas
¿Practicas deporte varios días a la semana? Entonces, comparado con quien lleva una vida sedentaria, tu cuerpo trabaja a marchas forzadas.
Seguir un régimen dietético adecuado te ayudará a obtener los nutrientes que tu organismo necesita para funcionar bien. Conoce cuáles son las ventajas de las vitaminas para deportistas y cuáles son los alimentos que las contienen en mayores concentraciones.
La vitamina B en la obtención de energía
La vitamina B ayuda al organismo a convertir los macronutrientes (glúcidos, proteínas y lípidos) presentes en la comida en formas aprovechables de energía para las células.
Una investigación publicada por el International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism reveló que los deportistas con cantidades insuficientes de vitamina B tuvieron un desempeño físico menor al del resto de los atletas.
El atún, los cacahuetes, los frijoles negros y las lentejas son alimentos ricos en vitamina B.
Vitaminas B1, B2 y B6 en detalle
Estas vitaminas forman parte del Complejo B, y contribuyen a la prevención y al tratamiento de ciertas afecciones. Además, contribuyen a diferentes tareas ya que producen beneficios en distintos procesos fisiológicos y cognitivos. Concretamente la Tiamina (B1), Riboflavina (B2) y Piridoxina (B6) contribuyen al metabolismo de carobohidratos, producción de energía y participación en la formación de glóbulos rojos respectivamente.
Todas ellas contribuyen a ofrecer un rendimiento máximo en la práctica de ejercicio y permiten contribuir a una correcta salud cardiovascular. En las situaciones en las que se practica mucho deporte suponen un complemento perfecto.
Además, este tipo de vitaminas son hidrosolubles, por lo que además de ser solubles en el agua, su exceso es eliminado fácilmente a través de la orina.
En el caso de la vitamina B1 la podemos encontrar en alimentos como la carne magra, los pistachos, habas secas o judías…
Por su parte la vitamina B2 la podemos adquirir en productos como pimientos, especias, almendras, quesos etc.
Y por último la B6 es abundante en alimentos como el pescado, la carne de cerdo, las patatas o lentejas, entre otros.
Vitamina C durante el invierno
Hacer ejercicio a bajas temperaturas y al aire libre contribuye a la proliferación de enfermedades respiratorias.
Una investigación reciente de la Universidad de Helsinki, ubicada en uno de los países más fríos del mundo, arrojó interesantes conclusiones. Determinó que la tos, las dificultades para respirar y las sibilancias, que ocurren como resultado de inhalar el aire helado durante la actividad física, pueden reducirse si se ingiere suficiente vitamina C.
Por su parte, la revista Clinical Epidemiology publicó un estudio en el que resalta el papel de la vitamina E en la reducción del riesgo de contraer neumonía.
A medida que se acerca el comienzo de la temporada invernal, es fundamental aumentar el consumo de productos comestibles que contengan vitamina C. Así, ninguna enfermedad estacional te dejará fuera de la competencia.
Todos los cítricos (tales como la lima, el limón, la mandarina, la naranja y el pomelo), la col rizada, las fresas y los pimientos contienen un porcentaje elevado de vitamina C. Por otro lado, la vitamina E está presente en las almendras, la mantequilla de maní y las semillas de girasol.
Tanto la vitamina C, como las vitaminas del Complejo B, contribuyen a la formación de colgágeno.
En las últimas décadas, la alimentación y el ejercicio físico se han revelado como pilares básicos en la prevención y tratamiento de enfermedades relevantes.
Con un régimen adecuado, podrás tener más energía y rendir más.
En el plano deportivo, la buena alimentación es tan importante como el entrenamiento.