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AMLO y las organizaciones 'fifí'

Con/sinsentido

MIGUEL FRANCISCO CRESPO ALVARADO

Todos hemos contribuido en la construcción de la brecha entre políticos y ciudadanos. Lejos de hacer un intento por tender puentes, parecemos afanados en ampliar la distancia y en profundizar lo que nos divide. Cada lado, además, tiende a suponer que los otros son los equivocados. En especial esa parte de la ciudadanía que se organiza para la defensa de sus intereses suele tener una opinión muy poco favorable hacia quienes hacen política partidista. Pero, también, hacia aquellos ciudadanos que no forman parte de eso que llaman la sociedad civil organizada.

La tendencia es a suponer que la "escasa participación" del "resto de la gente" es motivada necesariamente por un vicio (apatía, indolencia, conformismo, etcétera). Rara vez se observan y se ponen a consideración las circunstancias que dificultan ciertas formas de participar desde la ciudadanía, pero que favorecen otras, que suelen no ser reconocidas por la sociedad civil y sus organizaciones, como maneras válidas de participar.

Allí, en esos espacios en los que "el resto de la gente" ejerce a su manera su ciudadanía es en donde la política partidista se alimenta, creando y robusteciendo redes clientelares que les permitan sostenerse en el poder. En vez de hacer de esos lugares su campo de batalla, muchas organizaciones ciudadanas ven con desprecio a quienes se presentan a recibir dádivas a cambio de votos y de otras manifestaciones de apoyo. Son incapaces de comprender que para "el resto de la gente" no hay otras alternativas viables dada la precariedad de su posición.

AMLO es un gran lector de esa realidad, tal vez el mejor en estos momentos, y es por eso por lo que tiene un amplio respaldo. Su debilidad tal vez radique, primero, en no haber mesurado un poco su discurso en torno a lo que se puede esperar de su gobierno, para que las grandes masas que lo respaldan no se desilusionen tan pronto; pero, también, en creer que puede prescindir del todo de las organizaciones de la sociedad civil para gobernar sólo desde y para las bases.

Hay un trabajo importante que hacen las organizaciones ciudadanas que no se debería desdeñar, porque permite legitimar muchas de las decisiones de gobierno que contradicen lo prometido. AMLO, dando claramente la espalda a las organizaciones "fifí" se complica su futuro; es cierto que éstas pueden ser un contrapeso, pero no todo el que nos aumenta la carga es nuestro enemigo.

De lado de la ciudadanía organizada hay algunas personas de gran capacidad e inteligencia que, ojalá, encuentren los canales de comunicación adecuados para contribuir con la cuarta transformación. Mi esperanza para que, también, dichas organizaciones reconozcan para sí, que les hace mucha falta trabajar en las bases, no sólo con "los que se parecen a ellos".

Escrito en: Con/sinsentido organizaciones, gente", civil, sociedad

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