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JESÚS MENA

Para Jesús Emiliano y Valentina, gracias por ser y estar. Gracias por darle un nuevo sentido a nuestras vidas.

El largo periodo de espera entre la elección presidencial y la toma de protesta del nuevo Presidente Constitucional es consecuencia de un diseño institucional que fue pensado para los tiempos de un partido dominante, en donde los grupos se reacomodaban en torno al nuevo Presidente. Durante ese tiempo, seguramente el tiempo de espera servía para que la transición se realizara sin sobresaltos y, en caso necesario, el gobierno saliente asumiera los costos de decisiones impopulares.

Desde la alternancia en la Presidencia de la República en el ahora lejano año 2000 y ahora con mucho mayor claridad, la larga espera entre la elección y la investidura presidencial se ha convertido en un periodo de incertidumbre en el que por un lado, el gobierno que todavía no asume funciones pero que desde el poder legislativo ha comenzado a realizar cambios por la vía institucional y al mismo tiempo el gabinete que esta en espera de asumir funciones va delineando algunas de las políticas que llevarán a cabo, sin embargo, nos encontramos ante un escenario donde existen señales encontradas acerca de las acciones concretas que realizarán a partir del primero de diciembre.

Una de las principales promesas de campaña del ahora Presidente electo fue echar abajo la reforma educativa, al asumir que se trata de una reforma para lesionar los derechos laborales de las y los maestros de México. Sin embargo, aunque ya existen iniciativas en el Congreso de la Unión para cambiar incluso la Constitución respecto de la reforma educativa, los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, ha saboteado los foros donde se discute el rumbo a seguir para la educación en México, con exigencias a todas luces fuera de lugar. Ahora el gobierno entrante sabe que es no es posible negociar con este grupo que se ha caracterizado por su radicalismo, convirtiéndose en un poder de facto en los estados donde opera, con la fuerza para desestabilizar a los gobiernos locales de los lugares donde tiene fuerza de movilización.

A partir de estos desencuentros surge la pregunta de cual será la estrategia para tener un sistema educativo que premie el mérito de los maestros y que al mismo tiempo garantice la calidad de la educación para nuestros niños. Que estrategia seguirá el nuevo gobierno para cumplir con sus promesas de campaña y diseñar un sistema educativo que cumpla con estos objetivos sin dejar la educación en manos de organizaciones de maestros con una agenda que claramente se aleja de lo que queremos como país en materia educativa.

Como en el tema educativo, es posible encontrar señales encontradas del nuevo gobierno en otros temas, lo que provoca incertidumbre respecto a las acciones que se ejecutarán a partir del primero de diciembre.

Twitter: @jesusmenav

Escrito en: Vida pública gobierno, nuevo, maestros, espera

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