Bursatilizar la obra pública, propuesta desde el 2005
El próximo Gobierno Federal podría utilizar el esquema que un duranguense registró en el Instituto Nacional del Derecho de Autor en el 2004, ante la falta de recursos propios para hacer obra pública: recurrir al mercado bursátil.
Abel Hibert, asesor económico del presidente electo Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que el Gobierno entrante no tendrá el dinero necesario para realizar las obras de infraestructura que el país necesita y abrió la posibilidad de apoyarse en el sector privado y acudir al mercado bursátil para atraer esas inversiones con capitales extranjeros.
El duranguense Arturo Alvarez Moysen, registró en el Instituto Nacional del Derecho de Autor y Registro Público del Derecho de Autor (Número de registro 03-2004-042913584200-01) un documento que habla de bursatilizar la obra pública para evitar que el Estado Federal gaste tanto dinero en ello.
Este documento lo registró el 18 de mayo del 2004 y se tituló "Reforma Eléctrica".
En el documento, Alvarez Moysen contextualiza que estados como Chiapas requieren de una fuerte inversión en materia de obra pública para dejar atrás el atraso en que viven, igual el campo mexicano, el sector salud, los puertos marítimos, autopistas, aeropuertos, entre otros.
En el documento refiere que su propuesta la denomina "Modelo Durango" y va encaminado a bursatilizar la obras pública, pero no dejársela a los empresarios como lo propone Abel Hibert, sino que sean lo mismos mexicano los que formen parte de este proceso.
Para lograr la recaudación de la cantidad de miles de millones de pesos que se requieran, el duranguense refiere que serían los contribuyentes en todo el país quienes se encargarían de la recaudación.
El monto a necesitar se dividiría entre el número de usuarios o contribuyentes que pudiera tener la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o la Secretaría de Hacienda, ya sea domiciliaria o empresarial, y cada usuario pagaría su aportación en dos o tres recibos. Al término del pago el usuario aseguraría una acción de la o las obras a realizar y el usuario sería uno de los "dueños" de la misma.
El mismo pueblo mexicano sería accionista y usuario de la obra. Si se trata de una autopista, las ganancias de la misma se dividiría entre los accionistas, y si se incrementan las tarifas, se incrementan las ganancias.
"No le dejaríamos las obras a la Iniciativa Privada porque las ganancias se las lleva un empresario, en este proyecto no, las ganancias se las llevaría el pueblo mexicano", aseguró.
La participación del Estado sería la de vigilar que el recurso se aplique correctamente y el crear un consejo que sea el que administre la obra y el que informe mensualmente a los accionistas del avance de la misma y de las ganancias que pudiera alcanzar.
"Existen muchas formas de sacar adelante un país y a un estado, la primera de ellas es creer en él, y la segunda es la decisión de los millones de mexicanos", acotó. Este "Modelo Durango" se puede replicar en obras nacionales, regionales o estatales.
El duranguense dijo que también se puede usar las afores, ese dinero que está guardado en el banco, el mexicano que acepte que su afore se use para financiar una obra sería accionista de la misma y cada mes se le estaría informando de las ganancias de la obra.
Arturo Alvarez Moysen también registró otro documento en el año 2006, el 5 de junio, denominado Proyecto Ciudadano en donde refiere que todos los candidatos a Presidente de la República, a Gobernador o a Alcaldes, 40 días antes de la jornada electoral den a conocer quienes los acompañarán en su administración, de esa forma el ciudadano sabrá detalladamente quienes formarán parte de la próxima administración.
Aseguró que fue precisamente el hecho de que Andrés Manuel López Obrador diera a conocer con anticipación su gabinete lo que provocó que los mexicanos tuvieran confianza en él y le diera su voto.