¿Por qué se habla de 'perrijos' y 'gatijos'?

Ernesto Ávila Escalera, médico veterinario y vocero del Grupo Amascota del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal, A.C. (Conafab), dice que hoy los animales de compañía tienen una relación con las personas mucho más cercana e incluso actúan como catalizadores en las relaciones sociales.

"Basta con ir a un parque para notar que quienes van solos tienen mucho menos contacto con otras personas que las que llevan un perro. Esto quiere decir que los animales de compañía funcionan como 'rompehielos' en las relaciones humanas", ejemplifica.

Asimismo, en generaciones anteriores, una familia estaba compuesta por cinco o seis hermanos que convivían entre ellos, pero hoy, las personas, primero tienen un perro o un gato, quienes juegan el papel de compañero, y cuando llega a haber una relación de cualquier tipo de pareja, estos animales de compañía empiezan incluso a jugar el rol del hijo.

"De ahí los términos que han llamado como los 'perrijos' o los 'gatijos'", apunta. "Y, cuando llega a haber hijos, tienen solo uno o dos, y entonces el perro y el gato juegan el papel del hermano sustituto".

La relación cercana con los animales de compañía se da a lo largo de toda la vida, señala Ávila Escalera, ya que un niño que crece con uno de ellos desarrolla mayor tolerancia a la frustración y estabilidad emocional; cuando los hijos se van de la casa, los animalitos ayudan a superar el 'síndrome del nido vacío', y, para los adultos mayores, los perros y gatos se vuelven una gran compañía: "Son los interlocutores incansables de los monólogos humanos, porque ellos aguantan que les cuenten la misma conversación hasta 20 veces", afirma.