A la ciudad le urgen nuevos parques
Hace 23 años escuché por primera vez que se generaría un nuevo parque en la ciudad de Durango. Estudiaba en la secundaria cuando el chofer de la micro en la que iba platicó con el 'checador' de la ruta que había visto en no sé dónde que quitarían el basurero, para convertirlo en la nueva área verde de la ciudad; dijo que habría venados y que sería más grande que el parque Guadiana.
En ese entonces la noticia me pareció de lo mejor porque yo vivía cerca, y quizá pronto tendríamos parque aunque el antiguo Camino a Contreras y el bulevar Mártires de Sonora no tenían ni siquiera pavimento. Pero pasaron las Administraciones y aunque cada una planteaba la necesidad de crear un nuevo "pulmón" en la zona oriente, a la fecha sigue siendo un sueño guajiro.
Pero más de dos décadas después los duranguenses estamos más cerca que nunca de ver consolidado un proyecto real de este tipo, haciendo olvidar el circo que montó José Ramón Enríquez con la colocación de una de sus tantas primeras piedras precisamente en el antiguo basurero, y que luego se demostró que era inviable el crecimiento de vegetación porque los lixiviados están a unos cuantos centímetros de la superficie.
Hace unos meses comenzó a plantearse el proyecto se desarrolló de un parque lineal, en el tramo que ocupan todavía las vías del tren sobre la calle Perimetral Ferrocarril, en un trazo total de cerca de 3.5 kilómetros que abarcan poco menos de 19 hectáreas.
La primera etapa está prevista para extenderse desde prolongación Lázaro Cárdenas, a espaldas de los centros comerciales, hasta calle Niños Héroes; mientras que la segunda etapa será de Niños Héroes a bulevar Juan Pablo II y en la última etapa alcanzará hasta avenida Cima.
Pertenezco a una generación que creció jugando en las calles, sobre todo con el privilegio del escaso paso de vehículos por las calles del Huizache I, debido sobre roso a la falta de pavimento, y que se convertían en auténticas áreas de juego durante las tardes y las vacaciones. Pero los tiempos cambiaron y, aunado a problemas de inseguridad y de venta de droga, los niños ya no están seguros en las calles.
Hoy las consecuencias son más que evidentes y se plasman, entre otras cosas, en un 35.7 por ciento de niños y adolescentes de cinco a 19 años que presentan sobrepeso u obesidad, mientras que el 42.8 por ciento de las personas de 20 a 59 años tienen la misma condición; esto según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 (ENSANUT) para el municipio de Durango.
Por eso es necesario que el parque lineal no solo sea un espacio estéticamente agradable con sus áreas verdes, sino que contemple ciclovías y zonas de recreación y activación física deportiva.
También nos encontramos con muy graves problemas de salud mental que arrojan la escandalosas cifra de casi 170 suicidios a nivel estatal; la mayoría en la capital duranguense, con manifestaciones cotidianas de estrés y ansiedad en todos los sectores de la sociedad, que ha en urgente una nueva área de encuentro y convivencia para los ciudadanos.
La creación de espacios que promueven la actividad física y la interacción social contribuye de manera significativa a la salud y felicidad de una comunidad. Haber elegido el tramo de Perimetral Ferrocarril tampoco es casualidad, pues se trata de un espacio abierto perfecto por su ubicación en zonas habitaciones que están lejos de los parques de la zona poniente y que concentran una mala calidad del aire, requiriendo de manera urgente y desde hace años un plan serio de reforestación que permita abatir esta problemática, antes de que se convierta en un tema de salud.