Alimentos para mejorar niveles de estrógenos
Los estrógenos son un grupo de hormonas con una función importante en el desarrollo sexual y reproductivo de la mujer. Como indican los expertos del Johns Hopkins Medicine, estos se sintetizan en los ovarios, las glándulas suprarrenales y las células grasas.
Las funciones más conocidas de esta hormona son la regulación del ciclo menstrual, el desarrollo de los órganos sexuales femeninos y la aparición del vello púbico y axilar.
Las frutas desecadas, como los dátiles, las ciruelas o los albaricoques, pueden ayudar a mejorar los niveles de estrógenos. Estos son un aperitivo saludable que, además, se puede transportar con facilidad.
Se trata de alimentos que concentran todos los nutrientes presentes en la fruta fresca, pero en mayor cantidad: carbohidratos, fibra y vitaminas. Esto es debido a la pérdida de agua durante el proceso de producción.
Asimismo, como se desprende de los análisis publicados en Foods, destacan por la presencia de compuestos fenólicos varios, algunos de los cuales pueden desempeñar actividad estrogénica, según un estudio de la revista Frontiers in Pharmacology.
Las pequeñas semillas de lino son otro de los alimentos con una alta cantidad de sustancias con efecto estrogénico en el organismo.
En este caso, tal y como se puede leer en Trends in Food Science and Technology, se trata de los lignanos, que también están presentes en otras semillas, verduras o frutas.
La linaza es bastante fácil de incorporar en el día a día. Basta con añadir una cucharada pequeña en un yogur, un batido de frutas, una crema de verduras o unas gachas de avena.
Dentro del gran grupo que forman los fitoestrógenos, se pueden resaltar 3 de ellos: los cumestanos, los lignanos y las isoflavonas. Como afirma el Dr. Schwarz para la Universidad McGill, los primeros se encuentran en cantidades bastante altas en los frijoles.
Asimismo, existen otras legumbres que se pueden contar entre los alimentos que mejoran los niveles de estrógenos: las judías rojas y blancas, los garbanzos o las judías mungo. En ellas se encuentran no solo cumestanos, sino también isoflavonas. Aparte de esto, todas ellas son una buena fuente proteica. Así, introducir legumbres en la dieta y en sustitución de la carne, puede reportar beneficios extra en este sentido.
De un modo parecido a la linaza, estudios citan las semillas de sésamo entre los alimentos que contienen lignanos. Una vez en el organismo, la microbiota intestinal puede transformarlos en compuestos con actividad estrogénica.
Así lo detallan los autores de un ensayo publicado en la revista The Journal of Nutrition. En sus pruebas se testaron los efectos de consumir 50 gramos de este alimento, durante 5 semanas, en un grupo de mujeres en la posmenopausia. Tras estos análisis, los autores concluyeron que la ingesta de semillas de sésamo puede desempeñar una acción antioxidante, mejorar los lípidos en sangre y el estado de las hormonas sexuales.
