Cómo tener un cerebro saludable
La neuronutrición es la ciencia que estudia el efecto de los nutrientes en el sistema nervioso y sus funciones, de acuerdo con la Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo.
Es decir, esta rama se encarga de proveer a los pacientes el conocimiento para que puedan alimentarse correctamente de una dieta ayudada por suplementos.
No obstante, deben acudir con un especialista puesto que los suplementos no son universales y su efecto varía según las necesidades nutricionales de cada paciente, así lo afirmó en entrevista, Ernesto Cárdenas, médico especialista en neuronutrición y micronutrición funcional.
El especialista detalló que existen alimentos que aportan nutrientes que ayudan a la correcta función de las conexiones neuronales.
Explicó que una dieta balanceada y equilibrada es ideal, en ésta se debe integrar todos los grupos de alimentos como los de origen animal, las frutas, verduras, cereales, leguminosas, entre otros.
Asimismo, precisó que las grasas de alta densidad que también se les conoce como el colesterol "bueno" son importantes en la dieta y se encuentran en alimentos como los pescados: azules como salmón, sardina, trucha, caballa, jurel, anguila, arenque y atún, o en los frutos secos como las almendras, nueces, avellanas, y cacahuates.
También están presentes en el aceite de oliva, el aguacate y las aceitunas.
Cárdenas mencionó que además de una dieta balanceada las personas se pueden ayudar de suplementos que contengan micronutrientes como la vitamina A, vitamina D, vitamina B12, hierro, yodo, magnesio y zinc.
No obstante, destacó la importancia de que cada persona acuda con un especialista para una revisión completa e individualizada.
"La automedicación con suplementos no es recomendada puesto que cada organismo tiene requerimientos y necesidades diferentes, lejos de tener un beneficio puede que el paciente se provoque un daño a la salud por el exceso de alguna vitamina o mineral", dijo.
Tener un cerebro saludable implica que éste haga su función de manera óptima. La importancia radica en que las conexiones neurológicas son las encargadas del estado de ánimo y la salud física de cada persona.
Por ello, quienes no tienen un cerebro saludable pueden tener insomnio, problemas al despertar (sentir cansancio a pesar de haber dormido), sentirse disperso o con falta de concentración, tener problemas de memoria, o dolor de cabeza.
De acuerdo con Ernesto Cárdenas, una persona comienza a tener el desgaste neurológico después de los 40 años; no obstante, existen factores que aceleran este proceso en personas más jóvenes.
Quienes tienen obesidad o sobrepeso, quienes consumen sustancias nocivas para la salud o también aquellas personas que no llevan una dieta y un estilo de vida saludable son propensas a tener un mayor desgaste cerebral.
Además, existen secuencias genéticas como el autismo o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), que de igual forma aceleran el desgaste cognitivo.