¿Continuidad o alternancia?
El próximo año cumplen su tiempo Constitucional el Titular del Ejecutivo y los "representantes del pueblo" en el Poder Legislativo Federal; además de varios Ejecutivos, Congresos Estatales y presidentes Municipales; todos ellos, corresponsables en las tareas de gobierno que deben garantizar la supervivencia de México, conviviendo sanamente y con el máximo bienestar; fortaleciendo nuestra independencia, soberanía popular e integridad territorial; siempre unidos con tranquilidad y desarrollo humano.
Los ciclos gubernamentales "nunca alcanzan" para atender las necesidades de nuestro pueblo que perduran y otras que surgen, requiriendo diagnósticos imparciales de los progresos obtenidos al final de cada gobierno para actualizar o retomar caminos «que avancen en la consecución de nuestros objetivos Constitucionales y permanentes».
El Ejecutivo que concluye, estableció, como "objetivos coyunturales" para su Plan de gobierno: erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia; "garantizar" empleo, educación, salud y bienestar, "respeto" pleno y promoción de derechos humanos, "regeneración" ética de la sociedad, "reformular" el combate a las drogas y la "construcción" de la paz con seguridad nacional y pública.
Considerando también la presencia de México en el mundo, diversificando los vínculos políticos comerciales, de inversión, turismo y cooperación; siempre recalcando que la mejor política exterior es una buena política interior.
Retrocedimos al lugar 126 de los 180 países "más corruptos" del mundo en 2022; y, en "estado de derecho" al 113 de 139 a nivel mundial y el 27 de 32 en América Latina y el Caribe, "las mayores caídas" se nos dan en los límites al poder gubernamental, espacio cívico, rapidez de la justicia, y ausencia de discriminación.
Para 2023, después de un mejoramiento sostenido desde 1990-2017, caímos 12 puestos en el "Índice de Desarrollo Humano" de la ONU, que consideran salud, educación e ingreso.
Según el informe de Human Rights Watch, las "violaciones de derechos humanos", incluyendo torturas, desapariciones forzadas, abusos contra migrantes, ejecuciones extrajudiciales, violencia de género y ataques contra periodistas independientes y defensores de derechos humanos, han continuado durante el gobierno de AMLO, "imposibilitando la construcción de una cultura de respeto y tolerancia".
La lucha contra el narcotráfico; y, la delincuencia organizada "de" México, además del enorme daño ocasionado al interior del país por la violencia y corrupción que la rodean y la gran cantidad de homicidios que causan, ha sido objeto de rechazo público por parte de la comunidad internacional afectada; considerándola el Consejo de Relaciones Exteriores de EUA como el principal proveedor de cocaína, heroína, metanfetaminas y fentanilo a su país.
La pregonada "regeneración ética" de la sociedad que fortalecería los valores morales, para lograr una cohesión más justa, donde los individuos guíen sus acciones por principios fundamentales; "son desmentidos por un discurso que se ha vuelto cínico y descarado", donde prevalece la falta de respeto a las instituciones, a las mujeres; denigrando opositores y emprendedores que aspiran a un futuro mejor.
Afloró la ambición en la "relación con los otros poderes del estado", envileciendo algunos representantes del pueblo en el Poder Legislativo, destruyendo o sometiendo órganos autónomos de contención de excesos de la autoridad, los derechos de los individuos y las vías para hacerlos efectivos; incrementó corrupción, fracturando persecución del delito y procuración de justicia;
"Se desperdició la oportunidad de construir un sistema legal más sólido y transparente, que establezca las bases para un país más justo y equitativo".
Se declara reiteradamente, que, en 2024, la población de México "estaría viviendo en un entorno de bienestar, ya que tendría garantizado el derecho a la salud con medicamentos, educación, vivienda, alimentación, trabajo, cultura y seguridad social en un medio ambiente sano".
La "incapacidad para garantizar" empleo, educación, salud y bienestar; la "ineptitud en la construcción" de condiciones para el desarrollo integral; frenaron el progreso y la mejora de la calidad de vida; "obstaculizando la cimentación" de una sociedad más justa y equitativa, donde todos tengan acceso a oportunidades significativas.
La "estrategia para la construcción de la paz", agudizó los conflictos armados internos desquiciando la armonía social, la justicia y la colaboración entre los diversos sectores involucrados.
Estamos en el último mes de 2023 y lo único evidente es el fracaso en las tareas primordiales de gobierno; volviéndose obsesiva la intención por destruir la instancia que regula el ejercicio del poder y "la única que puede obligar, legalmente, a rendir cuentas".
Ojalá tengamos claridad para identificar cómo estábamos, cómo estamos y "qué aspiramos para las siguientes generaciones", al definir si queremos continuidad o alternancia.
Gral. de Div. Diplomado de Estado Mayor y
Maestro en Seguridad y Defensa Nacionales.
HÉCTOR SÁNCHEZ GUTIÉRREZ