Los alimentos reciclados se están volviendo cada vez más comunes en las mezclas para pasteles y chips de verduras en las tiendas de comestibles naturales.
En las heladerías de Tyler Malek, la basura de un cocinero es la delicia helada de otro chef.
El jefe de la cadena Salt & Straw, con sede en Portland, Oregon, aprovecha el suero sobrante de las fábricas de yogur del norte del estado de Nueva York para elaborar su sabor a cuajada de limón. Para su sabor de chocolate con leche de cebada, mezcla restos de arroz y cereales de la fabricación de cerveza para darle un sabor ligero y cremoso.
"En lugar de llamar desperdicio de comida a esto, deberíamos llamarlo comida desperdiciada y comenzar a disminuir la cantidad de desperdicio que estamos haciendo", defiende Malek.
La cadena de helados de Malek se encuentra entre los negocios que están a la vanguardia del movimiento "upcycling", que busca crear productos de alta calidad a partir de restos de comida. La cadena de Malek, que tiene tiendas desde el noroeste de Estados Unidos hasta Miami, ahora ofrece sabores como "Cacao Pulp & Chocolate Stracciatella Gelato", que está hecho de pulpa de cacao sobrante de la producción de chocolate y que de otro modo habría acabado en la basura.
Es una tendencia que está ganando terreno a medida que los consumidores dedican más tiempo a leer las etiquetas de los envases y los ingredientes de los menús para saber de dónde proceden sus alimentos y cómo afectan al medio ambiente.
Cada año se desperdician más de 31 millones de toneladas métricas de alimentos en Estados Unidos, aproximadamente el 40% de la producción de alimentos del país, lo que le cuesta a la economía nacional más de 200.000 millones de dólares, según la organización Upcycled Food Association.
Los alimentos reciclados se están volviendo cada vez más comunes en las mezclas para pasteles y chips de verduras en las tiendas de comestibles naturales. Los ingredientes incluyen frutas y verduras de granjas de todo el país que son perfectamente comestibles, pero que a menudo los restaurantes y tiendas rechazan debido a su forma o color, como las fresas blancas, las verduras un poco marchitas y los champiñones con formas desagradables.
El movimiento no se limita a los productos reciclados que se encuentran en una heladería de moda, un mercado de agricultores o un supermercado enfocado en productos naturales. En San Francisco, un restaurante que sirve pizza y vino se enfoca en ingredientes reciclados como champiñones y pimientos deformes o tomates descoloridos, así como restos de carne para los platos estrella del menú, como las llamadas albóndigas de corazón de res.