Dior convierte la pasarela en un cuento de hadas
La firma parisina Dior rindió homenaje a mujeres icónicas de los años 1950, como Catherine Dior, Édith Piaf y Juliette Gréco, que inspiraron una colección de faldas de capa, blusas masculinas y abrigos de paño, en un decorado mágico de grandes esculturas bordadas.
La hermana de Christian Dior fue una miembro muy activa de la Resistencia francesa, por lo que fue detenida por la Gestapo durante la ocupación nazi y enviada a un campo de concentración. De allí volvió físicamente débil, pero aún más comprometida. Su hermano creó en su honor el ahora mítico perfume Miss Dior.
Con Catherine como heroína, la diseñadora actual de la firma, la italiana Maria Grazia Chiuri, retomó los códigos de los años 50 y, sobre todo, el famoso "New Look" imaginado por Dior en 1947, dándole un giro mas masculino, con camisas anchas y remangadas por dentro de la falda o estilismos de camisa blanca y corbata negra.
La colección abrió con una serie de vestidos a media pierna tipo tubo, en negro o con estampados como el príncipe de Gales, en un tejido arrugado a propósito porque, al parecer, ha debido de llegar a oídos de Dior que la plancha cada vez tiene menos adeptos en el mundo occidental.
Junto a "Miss Dior", las cantantes Juliette Gréco y Édith Piaf, con su inconfundible "Je ne regrette rien" (No me arrepiento de nada), que sonó como himno mientras las modelos desfilaban.
Estilismos
Las flores se transformaron en bordados sobre las faldas de capa, con mucho vuelo, o en discretos decorados en corsés y culottes, que quedaban a la vista por debajo de un conjunto de rebeca y falda en negro y con transparencias.
Datos
El negro y el blanco fueron el binomio preferido en la pasarela, si bien destacaron algunos estampados como impresionistas, sobre vestidos con escote cruzado, gabardinas o faldas, realizados como con brochazos de azul eléctrico, rojo, amarillo y verde.