El tráfico de animales es una de las actividades ilícitas más redituables del mundo. Es urgente ponerle un alto.
La adquisición de serpientes, tortugas, lagartijas, monos, cuyos, hámsteres, erizos, aves e incluso leones va en aumento.
Lamentablemente, muchas de estas especies se comercializan en el mercado negro y es ilegal tenerlas. Sin embargo, se siguen vendiendo por la alta demanda.
DIFERENCIAR LAS ESPECIES
Cuando hablamos de fauna silvestre nos referimos a aquellos que eran libres y fueron capturados. No son considerados mascotas, por ejemplo, mapaches, monos, leones o tigres.
Los animales no convencionales son domesticados y no son muy comunes como mascotas, ya sean los cuyos, hámsteres o codornices. Mientras que los exóticos tampoco son mascotas, aunque se han popularizado como tal, principalmente entre coleccionistas y algunos vienen de criaderos, como los camaleones, boas y lagartos. En general, suelen ser reptiles.
"Un grave problema es que la gente por moda, porque son coleccionistas o quieren diferenciarse, compran animales en peligro de extinción o ilegales. En lo personal trato de hacer consciencia con ellos, que compren en lugares autorizados, pero antes de adquirirlos se informen de los cuidados que requieren", menciona Arcila López, quien también es maestro en ciencias de salud animal y trabaja en Zoa, consultorio veterinario.
Por su parte la médico veterinaria Colín Guillén asegura que "muchos de estos animales acaban muriendo porque no están en su hábitat.