Kate Middleton no solo es digna heredera del cariño que la gente le profesaba a su suegra, Lady Di, sino que también es su sucesora en materia de estilo.
Y es que los looks de la nueva princesa de Gales son tan comentados como lo eran antaño los de la princesa Diana. De hecho, en múltiples ocasiones se ha comentado las similitudes de sus looks a la hora de vestir y se ha abierto el debate sobre si se trata de inspiración o de un homenaje familiar.
Aunque la nueva princesa de Gales no conoció a Diana, le ha rendido homenaje a menudo a través de sus joyas, sobre todo con el anillo de compromiso de zafiro y diamantes que perteneció a su difunta suegra. Otra de las piezas con la que hemos visto -y mucho- a Kate Middleton y que Diana llevó primero es la tiara de nudos de diamantes Lover's Knot.
UNA TIARA ICÓNICA
De hecho, esta pieza la llevó en una recepción de diplomáticos en el Palacio de Buckingham para acompañar a su brillante vestido en color rosa de Jenny Packham, un look que llevó este mismo año a la boda del Príncipe Hussein de Jordania y su mujer, Rajwa Al Saif.
Esta elección se produce dos semanas después de que la princesa de Gales recuperase una espectacular tiara de rosas de diamantes 'rescatada del olvido', una rara pieza de joyería no se ha llevado en público desde los años treinta y que se conoce con el nombre de tiara Strathmore Rose.
La deslumbrante diadema fue el regalo de bodas que la Reina Madre recibió de su padre, Lord Strathmore, poco antes de su enlace con el Duque de York en 1923. Diseñada a modo de guirnalda de rosas silvestres, esta tiara de diamantes se compró originalmente a los joyeros londinenses Catchpole & Williams.
En su nueva melena a lo Farrah Fawcett, Middleton eligió una pieza única: la tiara Lover's Knot (así llamada por los nudos de diamantes , que históricamente han venido simbolizando el amor inquebrantable).
Encargada originalmente al joyero real, Garrard, para la reina María, en 1917, era una de las tiaras preferidas de la princesa Diana. La diadema está formada por 19 perlas colgantes y una fila llena de diamantes engarzadas en plata y oro.
La reina Isabel II heredó la tiara de su madre y en 1981 se la dejó a Diana. Ahora es una de las piezas más preciadas de la increíble colección de joyas de Kate Middleton.