La importancia del juego en niños
Jugar es una actividad esencial para el desarrollo de los niños, tanto a nivel cognitivo como emocional. Les ayuda a reforzar diferentes habilidades físicas (sobre todo aquellas relacionadas con el movimiento) y a estimular el lenguaje, el cual les permitirá establecer vínculos sociales más adelante.
Según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), el juego favorece la creatividad, contribuye a formar nuevas competencias que los lleva a mejorar su confianza y, conforme crecen, también los impulsa a practicar capacidades como la toma de decisiones y el liderazgo. "Esta actividad se considera uno de los principales catalizadores del desarrollo. Es tan importante como comer, dormir y otras tareas básicas, no solo en la infancia, sino a lo largo de la vida", señala Fernando Fernández Castro, psicólogo y director de la Clínica de Atención a la Condición Autista y Maltrato Infantil de la Universidad Intercontinental (UIC).
De este modo, jugar resulta una forma natural de que los niños se mantengan activos, en buena condición y de ser felices. Los pequeños pueden aprender importantes habilidades como confianza, autoestima, resiliencia, interacción, curiosidad e independencia a través de esta sencilla acción. Para fortuna de los padres, en el mercado existe una amplia oferta de juguetes que les ayudan a desarrollar distintas competencias. Sin embargo, no siempre la pieza más atractiva será la adecuada para ellos. Cada uno de estos objetos debe cumplir una función según los años del menor, por lo que elegir uno correcto garantizará su aprendizaje, diversión y seguridad.
"Todos los juguetes tienen una edad indicada. Es importante poner atención a este aspecto principalmente por un tema de seguridad. "Hay piezas diminutas, por ejemplo, que pueden producir asfixia en los más pequeños", advierte el también maestro en Psicoterapia Psicoanalítica.