Solo 60 de 390 alumnos fueron a la escuela, en el Guadalupe Victoria Infonavit

Solo llegaron a la escuela 60 alumnos de una población de 400, apenas el 15 por ciento, y algunas madres de familia prefirieron enviar a sus hijos a la escuela que dejarlos en casa jugando toda la mañana.

La escuela primaria Luis Moya, ubicada en el fraccionamiento Guadalupe Victoria Infonavit, tiene una población de 390 alumnos y la mañana de este miércoles, cuando se sintió la temperatura más baja de esta temporada, abrió sus puertas para recibir a sus alumnos.

Eran las ocho de la mañana y pocos alumnos estaban ingresando a la institución, tal parecía que el número de alumnos no alcanzaría ni el 10 por ciento, es decir, 39.

Finalmente, fueron más de 50 los alumnos que sí fueron a clases a la escuela a pesar de las bajas temperaturas que se estaban reportando y de que empezaba a caer una pequeña precipitación pluvial.

De tres grupos no fueron alumnos, por lo que los maestros se quedaron sin impartir clases, pero no pudieron abandonar la escuela, tuvieron que quedarse dentro de la institución.

El resto de los salones de clases tenía pocos alumnos en su interior, lo que provocaba que se sintiera más el frío en el lugar.

La primera parte de clases pasó de manera normal, con algo de frío que poco a poco fue haciéndose más soportable para los menores.

A las 11 de la mañana sonó el timbre del recreo, pero los maestros les pidieron a sus alumnos que evitaran estar a la intemperie, que si tomaran su lonche lo hicieran dentro del salón de clases.

Algunos niños salieron ´para hacer sus compras en los dos puestos escolares, otros fueron a la puerta de entrada donde las madres de familia, muy pocas, llevaron el lonche a sus hijos.

“¿Por qué te quitaste la chamarra?”, le gritó una madre de familia a su hijo, quien simplemente le contestó que sentía mucho calor en el salón, por lo que al tomar su lonche la mamá lo mando directamente al salón a ponerse la chamarra.

Al platicar las madres de familia entre ellas del porqué mandaron a sus hijos a la escuela, una de ellas fue clara, “prefiero que esté en la escuela, bien abrigado, a que esté en la casa sentadote jugando videojuegos toda la mañana frente a la tele, mejor que se venga a la escuela”, dijo.

Las canchas de la escuela se quedaron solas, no había nadie jugando, aunque hubo quién sacó un balón de futbol y lo patearon dos o tres veces, los niños decidieron mejor regresar a los salones de clase.

Aunque las autoridades educativas señalan que la afluencia a los salones de clases en la zona urbana fue del 80 por ciento, la realidad fue otra, en muchas escuelas no llegó al 50 por ciento.