¡Vuela alto, 'niño eterno'!
Domingo. El Sol aún no salía y las televisiones de las familias mexicanas ya estaban encendidas.
Chicos y grandes se emocionaban al ver en la pantalla a un “niño” enorme de 1.92 metros, de overol corto, playera colorida y una inconfundible voz. ¿Su nombre? Xavier López 'Chabelo', el también “amigo de todos los niños”.
Recostados, aún en pijama o disfrutando de un rico desayuno, todos reían e imaginaban ser parte de ‘La escalera loca’, ‘El limbo’, ‘Los sombreros’, ‘Las sillas’ o cualquier otro concurso del programa ‘En familia con Chabelo’.

Las ganas de que un día sonara el teléfono en casa y saber que era una 'Llamada a los cuates de Provincia' era un sueño que varios pudieron cumplir. Para el resto, quedó en un anhelo, una esperanza esfumada de ganarse una consola de videojuegos, un viaje a la playa, dotaciones de tus dulces favoritos o uno de los paquetes cortesía de Muebles Troncoso, siempre con el miedo de caer en la ‘Catafixia’ y decidir entre quedarte con tu premio o cambiarlo por uno sorpresa donde todo podía pasar. ¿Qué sería? ¿Uno mejor o irte con las manos vacías? Magia de la televisión al fin y al cabo. Una magia que solo Chabelo consiguió hacer real desde la década de 1950, cuando inició su carrera profesional y hasta 2015, cuando llegó a su fin.

Ahora todo queda en un recuerdo que generaciones atesorarán como símbolo de la infancia. ‘Chabelo’ se fue. Hoy, el corazón de la televisión mexicana y de todo un país se detuvo muy temprano. A las primeras horas del sábado 25 de marzo, México perdió a su 'niño eterno'.
‘Chabelo’ perdió la vida a los 88 años de edad.
“Esta es una mañana muy triste, Xavier López 'Chabelo', padre, hermano y esposo, nos ha dejado de manera súbita, a causa de complicaciones abdominales”, informó su familia.
“Con el alma desgarrada y sabiendo que muchos y muchas personas lo han querido por muchos años y que sentirán su partida, les pedimos orar por su descanso y nos den oportunidad de pasar en paz el duelo que embarga a toda nuestra familia”, solicitaron.
Adiós, cuate. ¡Vuela alto!
