¿Cuidar el tono?
Era algo previsible. A poco menos de dos meses de asumir el cargo de presidente de Estados Unidos, Donald Trump inició su narrativa populista para tranquilizar a los grupos de ciudadanos que votaron masivamente por él. En sus redes sociales amenazó a México y a Canadá con aplicar aranceles de 25% a sus productos. En respuesta, la presidenta Sheinbaum le escribió una carta en donde fijó una postura firme, apoyándose en argumentos económicos, para privilegiar el diálogo y la cooperación entre las dos naciones. Dejando atrás la postura entreguista y sumisa de su antecesor.
Hay que recordar cómo en el año 2022, en un mitin de apoyo a JD Vance en su campaña al Senado, Donald Trump se solazaba recordando a los asistentes: "Nunca he visto a nadie doblarse así", refiriéndose a López Obrador a quien obligó a implementar el programa "Quédate en México" y a desplegar a miles de soldados en la frontera sur y norte del país para detener la ola migratoria en el año 2019.
Sobre ese tema en particular han salido a la luz revelaciones de altos funcionarios del gobierno de Trump que fueron protagonistas en esa historia en la que se comprueba cómo le generaron un daño a nuestro país por haber cedido, sin ningún beneficio para México, la implantación de aquel programa. El exsecretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, en sus memorias, "Nunca cedas nada", señaló cómo el que fuera Canciller del gobierno de AMLO, Marcelo Ebrard, aceptó recibir a los ilegales centroamericanos a cambio de nada. Por su parte, Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, en su libro de memorias "Rompiendo la Historia: Memorias de la Casa Blanca". "Nuestra relación (con el gobierno de AMLO) va a ser muy simple. Pongan atención a estos datos (de cruces ilegales). Si suben, vamos a tener problemas. Si bajan, tendrán un increíble socio aquí (en Estados Unidos) que les ayudará con cualquier prioridad que tengan", dijo Pompeo a Ebrard durante una cena, según el libro de Kushner.
Sorprendió a propios y extraños que en el espacio de la editorial de contraportada del diario de corte oficialista, La Jornada, se publicara el texto: "Mucho cuidado con el tono, chula, recomendaría don Lázaro. No se trata precisamente de una personalidad sensata". Publicado un día después de la carta de Sheinbaum a Trump, la editorial se interpreta como un mensaje para la Presidenta. Existe el antecedente que cuando se dio el primer debate entre candidatos presidenciales, la facción más dura del morenismo criticó de Claudia el que no haya defendido con vehemencia las acusaciones sobre corrupción y tráfico de influencias que los candidatos opositores hicieron a los hijos de AMLO. En respuesta, en ese mismo espacio de La Jornada, conocido como Rayuela, se pudo leer: "'¡Claro que tengo padre!', sostenía la adorada mano. 'Si no, ¿Cómo estaría yo aquí?'".
Al parecer el cambio de rumbo en la manera de llevar el tema de relaciones exteriores del gobierno mexicano (asistir a la reunión del G20, fijar ante Trump una posición de responder con aranceles a los aranceles que imponga en su nuevo periodo como mandatario el polémico político y empresario) no les ha parecido del todo al ala radical de Morena.
Mostrar dignidad ante los embates del rijoso magnate no es del agrado, uno supondría, del líder moral de Morena. De lo contrario no tendría razón de ser el coscorrón editorial que se le dedicó a la Presidenta. Las muestras de la formación de un liderazgo independiente y autónomo no caen bien en La Chingada.
Por su parte, Claudia Sheinbaum si pretende seguir adelante con su personal estilo de gobernar deberá, además de mantener su tono, seleccionar con cuidado a su equipo negociador con el gobierno de Trump. Ebrard, ahora como secretario de Economía, no es su mejor opción.
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