Foto: José A. Rodríguez
El fin de semana, la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca, ubicada en la sierra de Michoacán, recibió la llegada de miles de mariposas monarcas, un fenómeno que cada año anuncia el inicio de la temporada invernal en México. Este espectáculo natural, considerado uno de los más impresionantes del mundo, reúne a turistas, investigadores y amantes de la naturaleza que acuden a presenciar el asombroso arribo de estas frágiles y coloridas viajeras.
Entre esos visitantes estuvo José Antonio Rodríguez, periodista gráfico de El Siglo de Durango, quien viajó hasta esa zona para ser testigo y capturar este fenómeno.

El viaje de la Mariposa Monarca
En las postales que hoy comparte el fotoperiodista a este medio y a todos los duranguenses, se observa la llegada de las mariposas monarcas, las cuales recorren alrededor de 4,500 kilómetros desde Canadá y el norte de Estados Unidos hasta los santuarios de los estados de Michoacán y el Estado de México.
Esta migración, una de las más largas del reino animal en relación con su tamaño, es un ejemplo de adaptación y supervivencia, ya que las mariposas viajan guiadas por señales solares y magnéticas para encontrar los bosques de oyamel que les ofrecen refugio durante el invierno.

En su llegada a la reserva este fin de semana, las primeras colonias comenzaron a posarse en los árboles, cubriéndolos con un manto naranja y negro.
Un espectáculo turístico y ecológico
La llegada de la mariposa monarca no solo tiene un valor ecológico, sino también cultural y económico. Las comunidades cercanas a la reserva, como Angangueo y El Rosario, preparan actividades para recibir a los visitantes, quienes pueden recorrer los santuarios bajo la guía de expertos locales.

Es por ello que fotógrafos de distintas partes de México y el mundo contemplan esta temporada para ver a las monarcas, como fue el caso de José Rodríguez, quien días previos se preparó para presenciar este suceso único.

Además, este evento anual sirve como un recordatorio de la importancia de proteger el hábitat de la mariposa monarca, un símbolo de la biodiversidad y del equilibrio entre la naturaleza y las comunidades humanas.
