Impacto. Aún con la suspensión por lluvias, Caliente de Durango no pudo redoblar los esfuerzos y cayó de nueva cuenta por un abultado marcador. Esta vez, en el primero ante Chihuahua.
Caliente de Durango sigue sin encontrar estabilidad. Luego de caer en dos de tres juegos ante Acereros de Monclova (13-10 y 11-6), el equipo volvió a tropezar, esta vez con una derrota contundente de 12-2 frente a Dorados de Chihuahua, que dominó el encuentro desde la sexta entrada.
Durango abrió con esperanza: un jonrón de José Álvarez en el primer episodio puso el 2-0 en la pizarra. La ventaja se mantuvo hasta la tercera entrada, cuando Dorados descontó con una carrera de Rafael Franco (2-1). En el cuarto, Jesse Castillo empató el juego con un doble productor (2-2), y en el quinto, Murillo impulsó la del desempate (2-3).
A partir del sexto episodio, el juego se inclinó por completo. Rhinesmith y Estrada conectaron dobles consecutivos para ampliar la ventaja (2-4, 2-5), y Rafael Franco remató con sencillo productor (2-7). En la séptima, Castillo y Murillo siguieron el castigo (2-8, 2-9), y en la octava, Bottcher y Flores sellaron el marcador con un rally de tres carreras y uno más en el octavo (2-13).
Caliente, que había rescatado el primero ante Monclova con un 3-2 en extrainnings, mostró nuevamente inconsistencias en el relevo y poca respuesta ofensiva en la segunda mitad del juego.
La derrota ante Chihuahua no solo extiende la mala racha, sino que pone en evidencia la urgencia de ajustes tácticos. El equipo ha permitido 38 carreras en sus últimos cuatro juegos, y la ofensiva, aunque explosiva en momentos, no ha sido suficiente para compensar los errores en la loma y el terreno.