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Camino Real de Tierra Adentro, sin detonar y amenazado por vandalismo en Durango

Belleza. La Cueva de las Mulas se ubica dentro del paraje Charco Azul, que ha cobrado auge turístico en los últimos años.

JUAN M. CÁRDENAS 16 feb 2025 - 04:03

La ruta que durante siglos conectó a la Ciudad de México con Santa Fe, Nuevo México, a lo largo de dos mil 560 kilómetros, hoy enfrenta serios desafíos para su conservación.

El Camino Real de Tierra Adentro, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2010, atraviesa 11 estados mexicanos dejando a su paso un rico legado de centros históricos, misiones, minas, haciendas, presidios y sitios arqueológicos que testimonian el intercambio cultural entre pueblos indígenas y españoles durante el periodo colonial.

Sin embargo, esta primera ruta terrestre trazada por los españoles en América del Norte, convirtiéndose en la más larga del continente y fue fundamental para el desarrollo de la minería de plata y el comercio colonial, enfrenta hoy una situación crítica en Durango.

El historiador Miguel Vallebueno, quien participó en el equipo de investigadores que contribuyó a la declaratoria de Durango dentro del Camino Real de Tierra Adentro como parte del Patrimonio, expuso que este proyecto representa una de las mayores oportunidades culturales y turísticas para la región; pero la falta de recursos ha impedido dar seguimiento a los compromisos adquiridos ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

"Es uno de los proyectos más importantes que cultural y turísticamente podrían impactar a Durango", añadió. Entre estos compromisos se encuentran la conservación de los sitios históricos y arqueológicos, la promoción del cuidado del patrimonio entre las comunidades locales y la difusión a nivel local e internacional de la importancia del Camino Real.

BAJO AMENAZA

La situación es particularmente grave en sitios como La Cueva de las Mulas, ubicada en el municipio de Nuevo Ideal. El arqueólogo Daniel Herrera Maldonado, especialista en la zona, describió un panorama alarmante de abandono y falta de protección en este importante sitio que alberga arte rupestre colonial, cuya relevancia radica en que dichas pictografías plasmaron la visión que tuvieron los indígenas O'dam sobre la llegada de los primeros europeos a lo que hoy es Durango.

El turismo masivo que recibe la cueva se ha convertido en una amenaza para su preservación. Incluso se han registrado casos de vandalismo con grafitis directamente sobre las pinturas rupestres. Aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha intervenido en ocasiones puntuales, la falta de una gestión continua y de protección permanente ha permitido que el deterioro continúe.

El propio Instituto advirtió que la cueva no soportaría una intervención más, lo que implicaría que se perdieran las pinturas.

La situación se complica por la tenencia de la tierra en la zona. El acceso a la cueva es ejidal, pero parte de las tierras circundantes pertenecen a comunidades menonitas, cuya visión del desarrollo turístico ha llevado a transformaciones significativas del paisaje.

Basta mencionar que incluso se han instalado asadores a pocos metros de las pinturas rupestres, una situación que los especialistas califican como muy cuestionable por su impacto en la conservación de estos frágiles testimonios históricos.

El arqueólogo añadió que la importancia de la Cueva de las Mulas trasciende el sitio específico, ya que forma parte de un conjunto más amplio de vestigios arqueológicos en el Cañón de Molina, donde existen decenas de sitios de esta época y anteriores que también están siendo afectados por el desarrollo turístico no regulado.

Para mayor precisión, la Cueva de las Mulas se encuentra dentro del paraje conocido como Charco Azul, que en los últimos años ha tenido un gran auge entre turistas de naturaleza y con el proyecto de desarrollo de contar con hospedajes. El Arqueólogo aclaró que los especialistas no se oponen al desarrollo turístico, pero abogan por un enfoque ordenado que equilibre el aprovechamiento económico con la conservación del patrimonio.

DÉFICIT

La crisis en la preservación del patrimonio del Camino Real de Tierra Adentro se agudiza por la escasez crítica de investigadores dedicados a su estudio y protección. En Durango, uno de los estados más extensos del norte de México, apenas hay cinco arqueólogos dedicados a esta labor, una cifra que refleja la falta de apoyo institucional para la investigación.

Los proyectos de investigación sobreviven principalmente gracias al apoyo de instituciones como la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, el Conacyt y el FONCA. Esta dependencia del financiamiento externo, ante la falta de recursos locales, dificulta la continuidad en los estudios y la implementación de medidas de protección efectivas.

El Cañón de Molino, ubicado en el municipio de Nuevo Ideal, en la Cuenca de la Laguna de Santiaguillo, emerge como una de las zonas que requieren atención urgente. Esta región representa uno de los puntos con mayor concentración de arte rupestre en Durango, con numerosas expresiones tanto pintadas como grabadas en abrigos, frentes de rocas y cuevas. A pesar de que Durango destaca en el norte de México por este patrimonio, resulta paradójico que sea poco conocido entre los propios habitantes del estado.

La situación actual plantea un círculo vicioso: la falta de investigadores limita la capacidad de estudio y documentación del patrimonio, lo que a su vez dificulta su protección efectiva y su valoración por parte de la comunidad. Sin un conocimiento profundo de estos sitios, su incorporación significativa al corredor cultural del Camino Real de Tierra Adentro se ve comprometida.

Los compromisos establecidos ante la UNESCO incluyen el mantenimiento y cuidado de sitios arqueológicos y arquitectónicos, la promoción de la conservación en las comunidades locales, y la difusión de la importancia del camino a nivel local e internacional. Sin embargo, la crisis económica y la priorización de otras necesidades han relegado estos compromisos a un segundo plano.

La ruta, que fue fundamental para el desarrollo económico y cultural durante el periodo colonial, mantiene su potencial como eje de desarrollo cultural y turístico. Sin embargo, como señala el historiador Vallebueno, la situación actual depende más de la inercia que de una gestión planificada, lo que está lejos de ser óptimo. El reto para las autoridades y comunidades involucradas radica en encontrar un equilibrio entre las necesidades inmediatas y la preservación de este importante legado histórico, que no solo representa un recurso turístico, sino también una parte fundamental de la identidad cultural de las regiones que atraviesa.

Riesgo. Se han construido asadores a unos metros de la cueva y de las pinturas rupestres.
Riesgo. Se han construido asadores a unos metros de la cueva y de las pinturas rupestres.

Trabajos. El INAH realizó intervención para rescatar las pinturas rupestres, pero advirtió que no soportaría una más.
Trabajos. El INAH realizó intervención para rescatar las pinturas rupestres, pero advirtió que no soportaría una más.

Daños. Por su accesibilidad, hace unos años la cueva fue vandalizada con grafiti.
Daños. Por su accesibilidad, hace unos años la cueva fue vandalizada con grafiti.

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