Carnavales y desfiles

Todos los días 16 de septiembre, en mi ciudad se organiza un desfile donde participan la mayoría de las escuelas de la región, públicas y privadas. Largas semanas de preparación, nuevas marchas que tocan las bandas de guerra, con innovadoras ideas en uniformes y contingentes. Los miembros de las bandas, con orgullo portando sus clarines y tambores, hacen llorar a las jovencitas que observan su paso.

En todo el país sucede algo similar, menos en la Ciudad de México, donde el desfile es una magna manifestación del "poderío" militar de nuestro H. Ejército que, cantando el "masiosare", nos protege de cualquier intervención extranjera.

No en todo el mundo son tan populares los desfiles militares; en España se organiza el 12 de octubre; en Rusia, en mayo; en Francia, el 14 de julio, y en los Estados Unidos, casi nunca...hasta el sábado pasado, cuando con 45 millones de dólares se llevó a cabo un gran desfile con el objeto de emular a los desfiles de los grandes autócratas del mundo, mostrando el músculo militar para que el mundo sepa con quién están tratando en esta nueva era de "desorden" mundial.

Los reportes informan que no tuvo un público tan numeroso como el que se esperaba, pues los sucesos diarios ahora sobrepasan los festejos. Asesinatos políticos en St. Paul Minnesota, protestas en las calles de Los Ángeles y Washington, y los abusos de autoridad , opacaron el día y, de pasada, el festejo también del cumpleaños 79 del presidente número 47.

Lo que sí les puedo asegurar es que ya se planea otro desfile mucho más grande el próximo 4 de julio de 2026, cuando se cumplan 250 años de la declaración de independencia en esa nación. A ver cuántos habitantes quedan para presenciar el evento, pues los planes del gobierno son los de expulsar a 1 millón de inmigrantes por año, unos 3,000 diarios, objetivo muy difícil de cumplir, a menos que también se expulse al equipo de San Diego Soccer, a los Toros de Chicago y a los Texanos de Houston, con todo y entrenadores.

Lo interesante es que siguen los festejos de este carnaval de eventos. El G-7, por ejemplo, donde todos los 7 países con las mayores economías del mundo (antes eran 8), pero sacaron a Rusia por la invasión a Crimea en 2014, más la Unión Europea, se juntaron desde el 15 hasta el 17 de junio en Kananaskis, Canadá, todos temerosos.

El miedo no anda en burro, pues asistió el Sr. Trump, y les salió con domingo 7, ya que se fue antes de lo programado y canceló las reuniones con Zelenzky y con nuestra presidenta Claudia Sheinbaum. Se reporta que algunos de los cancelados se echaron una maroma de alegría, como Hugo Sánchez al meter un gol, pues quién sabe qué les tenía preparado el Sr. Trump. Ufff...

Presiento que ya los países del mundo se están hartando de estos "disturbios" globales que causan las ocurrencias de Washington. Ojalá y el presidente Trump recapacite pues sus decisiones le están haciendo daño no solo al comercio mundial, sino a ellos mismos. No sé si después de esta reunión el G-7 se verá reducido al G-0.

En este carnaval que documentamos, el factor común es la utilización del poder sin sabiduría. Nos va a pasar lo que le pasó a aquel aprendiz de brujo, interpretado por el ratón Miguelito en la película de 1940, Fantasía, que puso a llenar un pozo de agua a unas escobas y luego no supo cómo pararlas hasta que inundó su espacio; ¡no se sabía el conjuro completo! Y causó un caos. ¿Les recuerda algo que sucede en muchos países? No solo en los USA.

Por lo pronto, hay que prepararse para recibir el calor, que, tal parece, superará el promedio del verano del año pasado en el país. A ver si se generalizan las lluvias el 24 de junio, el mero día de San Juan.

Ánimo.