Caso Carlos Emilio: ¿Cómo se le pide paciencia a una madre que busca a su hijo?
A casi tres meses de la desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, su madre, Brenda Valenzuela Gil, volvió a alzar la voz este domingo 28 de diciembre para exigir avances reales en la investigación y cuestionar la falta de acciones visibles por parte de las autoridades estatales de Sinaloa.
Una desaparición sin respuestas
Carlos Emilio fue visto por última vez la madrugada del 5 de octubre de 2025 en el bar terraza Valentinos, ubicado en la Zona Dorada de Mazatlán. Desde entonces, su paradero sigue siendo desconocido.
En su mensaje, Brenda Valenzuela recordó que el establecimiento donde ocurrió la desaparición pertenece a Jesús Ricardo Velarde Cárdenas, quien en ese momento se desempeñaba como secretario de Economía del estado, un hecho que, afirmó, ha sido señalado públicamente sin que hasta ahora derive en una respuesta acorde con la gravedad del caso.
Patrones que se repiten en la Zona Dorada
La madre del joven advirtió que la desaparición de su hijo no es un hecho aislado, sino parte de un patrón que afecta a varios jóvenes en distintos antros de la Zona Dorada, una zona que se promociona como segura tanto a nivel nacional como internacional.
Sin embargo, señaló que hablar de cifras, coincidencias o líneas de investigación claras parece convertirse en un tema incómodo para las autoridades estatales, lo que, dijo, termina por diluir los casos y prolongar la incertidumbre de las familias.
“No se puede seguir cuando se busca a un hijo”
En su pronunciamiento, Brenda Valenzuela relató el desgaste físico y emocional que implica vivir sin respuestas. Aseguró que, pese a haber tocado puertas dentro de la legalidad y realizar llamados a autoridades municipales, estatales y federales, es en el ámbito estatal donde ha encontrado mayor silencio y lentitud.
“No se puede seguir cuando se busca a un hijo”, expresó, al rechazar la idea de retomar una vida normal mientras desconoce si Carlos Emilio está con vida, si tiene frío, hambre o miedo.
Exige acciones, no discursos
La madre cuestionó cómo se le puede pedir paciencia a una familia cuando cada día sin avances representa una herida nueva y acusó que la falta de acciones visibles no solo lástima, sino que revictimiza.
También recordó el caso de Carlos Manzo, al señalar que no debería ser necesario que ocurra una tragedia mayor para que las autoridades reaccionen.
“Yo quiero a mi hijo”
Brenda Valenzuela cerró su mensaje con una exigencia clara: resultados. Dijo no buscar discursos ni explicaciones tardías, sino la localización de su hijo y su regreso a casa.
“Yo quiero a mi hijo. Quiero su vida, su presencia, su regreso”, expresó, reiterando su llamado a las autoridades del estado de Sinaloa para que el caso no quede en el olvido.