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Denuncian que Delegado de Bienestar en Durango ignora a las autoridades tradicionales de Mezquital

Los habitantes señalan que no se respetó la forma tradicional de organización de las comunidades indígenas

Denuncian que Delegado de Bienestar en Durango ignora a las autoridades tradicionales de Mezquital

DENICE RAMÍREZ 19 jun 2025 - 12:59

Habitantes de la zona indígena de Mezquital, Durango, denunciaron que en la pasada Asamblea Comunitaria del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Indígena y Afromexicana (FAIS-PIAM), coordinada por la Delegación de Programas para el Bienestar, no se respetó su forma de organización ni se tomó en cuenta a las autoridades tradicionales de las comunidades.

La asamblea se realizó el sábado 14 de junio en la localidad de La Ventana. Aprovechando la presencia del delegado de Programas para el Bienestar en Durango, Jonathan Jardines Fraire, que acudió con otros funcionarios para presentar el programa, algunos habitantes y autoridades tradicionales se acercaron para expresar su inconformidad y explicar su estructura organizativa comunitaria, diseñada para lograr una mayor participación y alcance.

La intención era obtener una explicación de por qué no se consideró a las autoridades tradicionales para emitir la convocatoria, ya que son ellas las responsables legítimas ante la comunidad para convocar a este tipo de eventos.

Sin embargo, en lugar de abrir un espacio para el diálogo o la mediación, señalan que el delegado no quiso escucharlos y desestimó su explicación sobre cómo se organizan tradicionalmente para este tipo de asambleas. Según los testimonios, su respuesta fue: "A mí no me interesa eso, eso es de ustedes; yo vengo con mis programas y ya".

Los inconformes señalan que, tras años de trabajo y lucha por ser escuchados, esta actitud contradice los principios que promueve el Plan de Justicia para los Pueblos Originarios, así como la reciente Reforma Constitucional, al deslegitimar sus formas de organización comunitaria.

Lamentan profundamente lo ocurrido, ya sea por desconocimiento de las autoridades encargadas de los programas de Bienestar o por tratarse de un nuevo caso de discriminación hacia la población indígena y de violación a su autonomía.

Asambleas y convocatoria: falta de consulta y desinformación

Los habitantes reiteraron que el lugar de realización de la asamblea fue incorrecto, ya que la convocatoria de Bienestar especificaba que se llevaría a cabo en Santa María de Ocotán, donde tradicionalmente se celebran estas reuniones. Sin embargo, el lugar se cambió a La Ventana, con apenas dos días de anticipación y sin ofrecer explicación alguna.

En las comunidades indígenas, son las autoridades tradicionales quienes convocan a estas reuniones, con un mínimo de siete días de anticipación, debido a la dispersión geográfica de los habitantes, lo que obliga a las personas a organizarse con tiempo para preparar sus recursos y poder asistir.

La asistencia a estas asambleas es de gran importancia, pues se busca que participen representantes o habitantes de la mayoría de las comunidades, para dar validez a los acuerdos o a la información presentada.

Santa María de Ocotán, por ejemplo, tiene 53 anexos y varios poblados, con una población aproximada de 18 mil 500 personas. En cualquier asamblea, por pequeña que sea, suelen asistir al menos 2 mil personas. En este caso, sin embargo, la asamblea del FAIS-PIAM tuvo una asistencia de apenas 600 personas, de las cuales solo unas 400 se registraron formalmente.

Los asistentes recalcan que la presencia de la comunidad era esencial para presentar este programa, ya que se trata de un fondo que históricamente no se entregaba directamente a las comunidades para su administración. Además, durante el evento se leyeron las reglas de operación del programa, pero se integró a dos servidores públicos en el Comité de Administración, lo cual va en contra del propio reglamento que fue expuesto en la reunión.

Finalmente, reconocen los beneficios del programa, pero rechazan tajantemente que se les ignore en sus tradiciones y estructuras organizativas, después de años de lucha por lograr su reconocimiento y participación efectiva.

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