Durango cumple 15 años con la declaratoria del 'Camino Real de Tierra Adentro'
En este agosto se cumplen 15 años de la declaratoria del “Camino Real de Tierra Adentro”, que incluye a Durango como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Anteriormente conocido como el Camino de la Plata, cuenta con una extensión de 2 mil 600 kilómetros y alberga diversos elementos, incluidos sitios históricos, haciendas, minas y pueblos.
Fue el 1 de agosto de 2010 cuando se otorgó esta declaratoria a esta antigua ruta comercial que conectaba la Ciudad de México con Santa Fe, Nuevo México. Durango alberga una parte significativa de este camino, con aproximadamente 2 mil kilómetros y 19 de los 60 elementos contemplados en la declaratoria.
El Camino Real de Tierra Adentro fue utilizado desde el siglo XVI hasta el XIX para el transporte de plata extraída de minas en Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí, así como de mercurio importado desde Europa. Además de su función comercial, facilitó la comunicación e intercambio cultural.
Antonio Reyes Valdez, director del Centro INAH en Durango, destacó la importancia de la inclusión de la entidad en este itinerario cultural, el primero que abarca múltiples dimensiones del patrimonio: tangible, intangible, tradiciones y su gente en general.
Explicó que esta declaratoria reconocida por la UNESCO tiene un valor excepcional, ya que representa el camino por el que circuló toda la plata durante la época colonial, un flujo que sostuvo la economía mundial, o al menos la europea. Esta ruta derivó en espacios habitacionales como haciendas o villas, en sus trazas urbanas y en otros elementos arquitectónicos y culturales.
“La declaratoria obliga al Estado mexicano, en todos sus órdenes de gobierno e instituciones, a su preservación y desarrollo. Cualquier acción que atente contra estos valores preservados pone en riesgo su permanencia en este listado”, precisó.
ELEMENTOS DESTACADOS
Aunque Durango cuenta con 19 elementos reconocidos oficialmente como parte del Camino Real, existen muchos más con relevancia histórica. Dentro de los que se incluyen y destacan se encuentra la Villa de Nombre de Dios, que incluye varios templos y su traza urbana.
En la ciudad de Durango se contempla el Centro Histórico, la zona de monumentos y otros inmuebles patrimoniales.
"Hay elementos que están a simple vista pero no siempre se aprecian, como la traza urbana del Centro Histórico. Este espacio cuenta con un diseño reticular muy clásico de la época colonial, en el que las calles corren de oriente a poniente y de norte a sur, algo que no se repite en muchos lugares y que aquí se conserva", detalló Reyes Valdez.
Otros elementos relevantes en la capital incluyen la Catedral Basílica Menor, la Casa del Conde de Súchil (actualmente un banco), el Palacio de Zambrano y el antiguo Palacio Municipal o Palacio de Escárzaga, recientemente restaurado.
También forman parte del listado lugares como el municipio de Rodeo, el conjunto arquitectónico de Nazas, Mapimí, Indé y San Pedro del Gallo, así como el Puente de Navacoyán o Puente del Diablo y la Hacienda de Navacoyán.
En algunos casos, la inclusión en la declaratoria responde a la existencia de un vestigio en particular. Tal es el caso del Templo de San Miguel en Villa Ocampo.
Otros elementos son la Capilla de San Antonio de la Ex-hacienda de Juana Guerra, los Templos de Cuencamé y el Cristo de Mapimí, la Capilla del Refugio de la Ex-hacienda de Cuatillos, el Templo de San José de Avino, la Capilla de la Exhacienda de La Inmaculada Concepción de Palmitos de Arriba y la Capilla de la Exhacienda de la Limpia Concepción de Palmitos de Abajo, también conocida como Huichapa. Asimismo, se incluyen la Capilla de San Mateo y la Ex-hacienda de La Zarca, la Ex-hacienda de la Limpia Concepción de El Canutillo, la Mina de Ojuela y la Cueva de las Mulas de Molino.
PRESERVACIÓN Y VIGILANCIA
Es competencia del Centro INAH Durango vigilar la preservación de todos los elementos incluidos en la declaratoria, con el fin de evitar acciones que pongan en riesgo su permanencia dentro del patrimonio mundial. El funcionario destacó que todas las acciones y obras en estos lugares deben cumplir con la normatividad, y todos los proyectos de obra deben contar con el visto bueno del INAH.
Un caso que generó riesgo a la declaratoria se presentó en 2024, en Nombre de Dios, donde se colocó un cajero automático en la plaza principal. Aunque la plaza no es un monumento histórico, se incumplía al estar dentro de la zona protegida. La situación se resolvió mediante diálogo con la presidencia municipal, y el cajero fue reubicado.
En lo que respecta a la capital, se trabajó precisamente junto con la Dirección Municipal de Desarrollo Urbano para actualizar el reglamento de construcción en el Centro Histórico durante el año pasado. El nuevo reglamento, según Reyes Valdez, quedó alineado con las normas federales.
El director del INAH señaló que todas las obras que contravengan los principios establecidos en el reglamento de preservación serán rechazadas. Recientemente, son dos obras las que han sido clausuradas en la capital por no respetar las alturas permitidas en el Centro Histórico. Además, existen otros casos en los que aún se mantiene el diálogo con los propietarios, por lo que no se han colocado aún sellos de suspensión.
Aclaró que, aunque algunos proyectos puedan contar con cambios de uso de suelo aprobados en Cabildo de Durango, no pueden vulnerar los lineamientos de protección. “Son cosas distintas la reglamentación municipal, que tiene sus propias normas, y los lineamientos federales para la construcción y protección de las zonas de monumentos y el Centro Histórico”, puntualizó.