Ensayan ‘El pozo de los mil demonios’ en el Teatro de la Juventud

El colectivo Teatro Cuerda Floja se prepara para iniciar en septiembre una temporada, ahora con la puesta en escena “El pozo de los mil demonios”, adaptación de la dramaturga mexicana Maribel Carrasco, la cual presentaron este miércoles, a manera de ensayo, en el Teatro de la Juventud, ubicado al interior del Parque Guadiana de la capital.

Este espacio, que aún no ha sido inaugurado oficialmente tras su remodelación, sirvió para hacer este ensayo escénico de una de las obras clásicas del teatro infantil.

En entrevista, José Ángel Soto, cofundador del colectivo y director de la obra, explicó que buscan resignificar este clásico mexicano a través de un enfoque contemporáneo y simbólico.

“La obra es una metáfora de la sequía, de lo que significa no tener el líquido vital. La abordamos desde un punto de vista fantástico, con personajes que representan esa lucha por la recuperación del agua como símbolo de vida”, dijo.

Una metáfora sobre el agua y la esperanza

Para Soto, esta historia tiene una relevancia renovada, incluso en contextos donde ya no se sufre directamente por la falta de agua.

“Afortunadamente, ahora en Durango no tenemos una sequía severa, pero sigue siendo una realidad muy presente. Y aunque lo tratamos desde un ambiente macro, como lo que ocurre en una ciudad o un pueblo, también se lleva a un plano personal, emocional. Se trata de cómo te afecta en lo más íntimo”, añadió.

“El pozo de los mil demonios” narra, en clave poética y fantástica, la historia de una niña que intenta recuperar su cántaro con agua, lo que la lleva a emprender una travesía simbólica por un mundo dominado por la sequía.

El agua se convierte en metáfora de la vida misma y en el motor del relato. “Ese cántaro representa todo: la vida, la fantasía, la posibilidad de recuperar lo que hemos perdido. Es una metonimia de la esperanza”, compartió Soto.

Un elenco más que entregado

La puesta en escena cuenta con doble elenco para algunos personajes, como el de la protagonista, interpretada por Ana Herrera y Dulce Chávez en funciones alternas.

El personaje de la Nana y la Mujer Pájaro también es compartido por Brian Smith y Alejandro Muñoz. Otros roles clave incluyen al demonio de la sequía, encarnado por André Galván, y al espíritu de la sequía, interpretado por Rafael Smith. Todos los actores participan también en la musicalización en vivo, la creación de atmósferas sonoras y el manejo escénico de la escenografía.

Fue precisamente en esta presentación de prueba donde se pudo apreciar eso, el talento y la entrega del elenco, que con precisión escénica y fuerza interpretativa logran llevar al espectador a otro mundo. A través del juego físico, la música en vivo y una atmósfera cuidadosamente construida, el público se sumerge por completo en una realidad paralela, olvidando por momentos que se trata de un escenario limitado por tres paredes y un telón.

Esta presentación funcionó como una prueba técnica y escénica, necesaria debido a que el Teatro de la Juventud, aunque ya remodelado, aún presenta retos técnicos. El montaje requirió adecuaciones en iluminación, sonido y escenografía, realizadas con apoyo del propio colectivo y con la colaboración de Fabricio Porras, responsable del espacio.

“El teatro no está abandonado, pero sí requería una propuesta profesional que demandara condiciones más específicas. Adaptamos lo necesario, incluso llevamos equipo propio. Sabemos que el espacio es reducido, pero logramos hacerlo funcionar”, señaló el director.

Temporada, por comenzar

La obra forma parte del primer proyecto de José Ángel Soto dentro del Sistema Nacional de Creadores, al cual pertenece actualmente. Como parte de este apoyo federal, el director tiene el compromiso de ofrecer seis funciones; sin embargo, su intención es llevar a cabo una temporada más amplia, con al menos 20 o 30 presentaciones, y recorrer otros municipios, como Vicente Guerrero.

“Estaremos haciendo una temporada en algún municipio es parte de mi intención y de la beca, el poder salir a un municipio y hacer algunas 50 funciones para también captar otro tipo de público y también acercar al teatro, que envuelve tantas actividades artísticas, ya sea a veces te guste no como para actor, pero puede que te guste como músico, como tantas cosas, entonces en Vicente Guerrero tentativamente”, señaló.

Además, el colectivo abrirá espacios para que escuelas interesadas puedan agendar funciones, con el objetivo de fomentar el gusto por el teatro entre niños y jóvenes. “El internet da un montón de cosas buenas y malas, pero el teatro te pega de otra forma. De pronto hay que dejarse tocar por otro tipo de actividades que nos peguen de otro lado, esa es la intención”, concluyó.