El jugo verde sigue siendo una de las bebidas más completas para nutrir el cuerpo desde adentro.
Hace una década, los jugos verdes eran el símbolo definitivo del bienestar. Celebridades, modelos y amantes de la vida saludable los llevaban a todas partes como parte de una rutina de desintoxicación y nutrición.
Aunque su popularidad ha sido reemplazada por nuevas tendencias como el colágeno o las bebidas proteicas, su vigencia se mantiene firme, especialmente en lugares como Los Ángeles, donde incluso ha inspirado perfumes como Pacific Chill de Louis Vuitton.
Pero más allá de modas, el jugo verde continúa siendo una de las herramientas más completas para mejorar la salud desde adentro, o al menos eso es lo que siempre se ha creído.
UNA BEBIDA QUE SANA
El jugo verde es mucho más que una mezcla de vegetales, es una bebida que aporta beneficios profundos al organismo. Se le atribuyen propiedades que fortalecen el sistema inmunológico, mejoran la hidratación celular y favorecen la alcalinización de la sangre. Esto último permite que el cuerpo transporte oxígeno y nutrientes con mayor facilidad.
Además, contribuye al equilibrio digestivo al estimular la producción de ácido clorhídrico en el estómago, esencial para una buena salud gastrointestinal. Por ello, se cree que incorporarlo diariamente puede marcar una diferencia significativa en el bienestar general.
LA IMPORTANCIA DE LOS INGREDIENTES
El valor nutricional del jugo verde está íntimamente ligado a la calidad de sus ingredientes. Siempre que sea posible, deben usarse frutas y verduras orgánicas.
Lo anterior evita la exposición a pesticidas y agroquímicos, considerados entre las toxinas más dañinas que se consumen a diario y que afectan tanto al cuerpo como al equilibrio emocional.
Si no se cuenta con ingredientes orgánicos, existe una forma práctica de reducir los contaminantes: sumergir las frutas y verduras en dos litros de agua con dos cucharadas de bicarbonato de sodio sin aluminio durante 15 minutos, desechar esa agua y enjuagar bien.
¿CUÁNDO Y CÓMO TOMARLO?
Según expertos y diversos estudios, el mejor momento para beber un jugo verde es justo después de su preparación, ya que así se evita su oxidación y se conservan mejor sus nutrientes. Idealmente debe tomarse a temperatura ambiente o ligeramente fresco, no frío, ya que una bebida demasiado helada puede ralentizar el funcionamiento del estómago y el intestino.
Se recomienda beberlo despacio, en vaso de vidrio y prestando atención a cada sorbo. Ensalivar bien el líquido es clave, ya que la saliva contiene enzimas digestivas que mejoran la absorción de nutrientes.
¿QUÉ INGREDIENTES NO DEBEN FALTAR?
La base ideal de un jugo verde está compuesta por vegetales ricos en agua como el apio o el pepino, acompañados de una fruta de bajo índice glucémico, como la manzana verde o el kiwi. Las hojas verdes (espinaca, kale o cilantro) aportan clorofila, vitaminas y minerales esenciales.
Un toque de limón ayuda a conservar el jugo por más tiempo al reducir la oxidación, y un trozo de jengibre añade propiedades antiinflamatorias, además de potenciar su sabor.
LA CLAVE ESTÁ EN EL TIPO DE EXTRACTOR
Para preparar un jugo verde realmente funcional, el tipo de extractor marca la diferencia. Los extractores de centrifugado tienen dificultades para procesar hojas verdes y hierbas, por lo que se desperdician.
En cambio, los extractores de masticación, también conocidos como cold press, son ideales para aprovechar al máximo los nutrientes de cada ingrediente.
En resumen, tomar jugo verde es saludable siempre y cuando se tenga cuidado con la preparación, con el fin de no quitarle sus beneficios al utilizar ingredientes de mala calidad y ricos en azúcar.
LA MEJOR RECETA
O 2 cabezas de apio
O ½ pepino con cáscara
O 4 espárragos
O 2 floretes de coliflor o brócoli
O 1 manojito de cilantro
O 3 hojas de kale o 1 manojito de espinacas
O 1 trozo de jengibre (4 cm aprox.)
O El jugo de ½ limón amarillo
O 1 o 2 manzanas verdes
Para la preparación solo es necesario exprimir el limón en el recipiente del jugo antes de comenzar. Cortar los ingredientes según el tamaño del extractor. Procesar poco a poco y servir en vaso de vidrio.
