Capilla de la Santa Muerte en Durango, lugar que recibe cientos visitas este 2 de noviembre
En el interior del Ex-Cuartel Juárez, en la ciudad de Durango, se encuentra una capilla dedicada a la Santa Muerte que abre sus puertas todos los días y recibe entre 300 y 500 personas de 10 a.m. a 7 p.m., según sus responsables.
El altar es administrado por Francisco García y su hija Cristal García, quienes además ofrecen servicios como limpias y venden figuras de la Santa Muerte, colgantes y otros productos relacionados con esta devoción.
Hoy, 2 de noviembre, fecha significativa por la conmemoración de los fieles difuntos, el lugar se convierte en un punto de encuentro para creyentes que llegan a rendir tributo.
A lo largo de las últimas décadas, la figura de la Santa Muerte ha ganado popularidad en México y América Latina, y este espacio en Durango ejemplifica cómo esta creencia ha trascendido el ámbito privado para consolidarse como una manifestación colectiva y cultural.
Los visitantes acceden a la capilla en silencio o con devoción, algunos llevando ofrendas, velas o peticiones escritas. El mes de noviembre suele registrar un aumento en el flujo de fieles, pues la fecha coincide con tradiciones de memoria y respeto hacia quienes han partido.
En este contexto, el recinto se convierte no solo en un lugar para aquellos creyentes, sino también en un escenario de reflexión sobre la vida, la muerte y la esperanza desde una perspectiva popular.
Aunque esta capilla opera sin costo alguno y está abierta al público general, los dirigentes recuerdan que el respeto al espacio sagrado es esencial. En plena celebración, el sitio mantiene una atmósfera de recogimiento y comunidad, donde la devoción a la Santa Muerte se mezcla con rituales, momentos de silencio y la búsqueda de protección o intercesión.
Para muchos, este 2 de noviembre es tan importante aquí como cualquier otra celebración religiosa, ya que representa un vínculo directo con lo espiritual y lo cotidiano desde las entrañas de Durango.