Fin de Año 2025: tristeza, expectativas y ansiedad también forman parte del cierre de año
El fin de año suele asociarse con festejos, reuniones familiares y mensajes de esperanza. Sin embargo, para muchas personas, estas fechas representan un periodo emocionalmente complejo. El cierre simbólico de un ciclo obliga a mirar atrás, a evaluar lo vivido y a confrontar aquello que no se logró, lo que puede generar sentimientos de tristeza, ansiedad o frustración en lugar de celebración.
El balance emocional que nadie pidió
Durante las últimas semanas de diciembre, el balance personal se vuelve casi inevitable. Metas que no se cumplieron, proyectos pospuestos, relaciones que no prosperaron o dificultades económicas acumuladas a lo largo del año pueden pesar más cuando el calendario marca un final. Esta revisión interna, muchas veces silenciosa, suele venir acompañada de una presión social que exige mostrarse bien, agradecido y optimista, incluso cuando las emociones reales van en sentido contrario.
A este escenario se suma la constante comparación alimentada por redes sociales, donde predominan imágenes de éxito, reuniones perfectas y logros personales. Para quienes atraviesan momentos difíciles, este contraste puede intensificar sentimientos de culpa, soledad o insuficiencia.
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Cifras que alertan sobre la salud mental
En México, la salud mental continúa siendo un reto importante. De acuerdo con los datos nacionales más recientes, en 2024 se registraron 8 mil 856 suicidios, lo que representa una tasa aproximada de 6.8 casos por cada 100 mil habitantes. La mayor incidencia se mantiene entre hombres y personas jóvenes y adultas jóvenes.
Aunque no existe un registro oficial que confirme un aumento generalizado de suicidios exclusivamente durante diciembre, especialistas advierten que en esta época pueden incrementarse los pensamientos suicidas y los intentos, sobre todo en adolescentes y personas que enfrentan pérdidas recientes, aislamiento social o presión emocional elevada.
Soledad, ausencias y miedo a lo que viene
Más allá de las cifras, el cierre de año suele convertirse en un periodo especialmente sensible para muchas personas. Las expectativas acumuladas durante meses chocan con una realidad que no siempre cumple lo planeado, lo que provoca frustración y una sensación de deuda personal. Las fechas decembrinas también hacen más visibles las ausencias: familiares que ya no están, relaciones que terminaron o cambios importantes que marcaron el año.
A ello se suma el temor al futuro. Para algunos, el inicio de un nuevo año no se vive con entusiasmo, sino con incertidumbre ante lo que vendrá en términos laborales, económicos o personales, lo que incrementa la ansiedad y el desgaste emocional.
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Hablar y pedir ayuda también es cerrar ciclos
Especialistas en salud mental coinciden en que reconocer estas emociones es un primer paso importante. Hablar de lo que se siente con personas de confianza, reducir la autoexigencia y evitar comparaciones constantes puede ayudar a aliviar la carga emocional. Buscar apoyo profesional cuando la tristeza, la ansiedad o la desesperanza se vuelven persistentes no es una señal de debilidad, sino una forma de autocuidado.
Si tú o alguien cercano atraviesa un momento difícil, en México está disponible la Línea de la Vida (800 911 2000), un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas. En Durango te puedes comunicar a la Línea Amarilla al 911.
A veces, pedir ayuda también es una manera válida y necesaria de cerrar el año.