Funcionario de Sinaloa sería dueño de restaurante de Mazatlán en el que desapareció Carlos Emilio
La desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, joven originario de Durango, ha puesto bajo el reflector a un alto funcionario del gobierno estatal.
El caso ha provocado indignación social y una ola de cuestionamientos sobre posibles vínculos entre el funcionario y el centro nocturno, ubicado en la zona dorada de Mazatlán, uno de los puntos más concurridos del puerto.
La noche de la desaparición
Según el relato de su familia, Carlos Emilio acudió al lugar acompañado de sus primas. Pasada la medianoche, el joven se levantó para ir al baño y nunca regresó a la mesa. Su madre, Brenda Valenzuela Gil, presuntamente no ha recibido apoyo ni información clara por parte del establecimiento.
Las horas posteriores fueron decisivas, la familia buscó acceder a las cámaras de seguridad y al personal del restaurante, pero hasta el momento aseguran que no se les ha permitido revisar el material.
De acuerdo con medios de comunicación regionales, Ricardo “Pity” Velarde Cárdenas, actual Secretario de Economía de Sinaloa, sería el presunto propietario o socio del establecimiento Terraza Valentino, sitio donde el joven fue visto por última vez durante la madrugada del 5 de octubre.
Ante la falta de cooperación, los padres exigen la intervención de las autoridades y piden a “Pity” Velarde entregar todo lo que pueda servir para reconstruir el paradero de su hijo.
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Exigen transparencia y acción inmediata
La familia del joven, junto con colectivos de búsqueda y ciudadanía, exige una investigación sin privilegios. La preocupación principal es que la influencia política del funcionario retrase o limite el acceso a pruebas.
La madre de Carlos Emilio ha reiterado que su objetivo no es señalar sin pruebas, sino obtener verdad y justicia. “Solo queremos saber qué pasó y que nadie interfiera con la investigación”, expresó entre lágrimas durante una manifestación frente al local.
Mientras tanto, el caso continúa bajo investigación, con la presión social creciendo y un reclamo común que se repite en las calles y redes, que el poder político no se interponga entre una madre y la búsqueda de su hijo.