¿Gripe?, checa estos tips para 'librarse' de ella
Durante la temporada de frío, el cuerpo enfrenta un mayor riesgo de infecciones respiratorias como la gripe. Por ello, adoptar hábitos saludables y cuidar la alimentación puede marcar la diferencia. Afortunadamente, como en todo, hay algunas recomendaciones basadas en expertos en nutrición e inmunología que ayudan a fortalecer el sistema inmunitario y prevenir enfermedades estacionales.
Uno de ellos es la alimentación, una de las claves principales para reforzar las defensas. Incluir frutas y verduras ricas en vitamina C, como los cítricos, el kiwi o los pimientos, permite que los glóbulos blancos actúen con mayor eficacia frente a las infecciones.
También se recomienda consumir alimentos de colores intensos, como la calabaza, la lombarda o el betabel, ya que son ricos en antioxidantes y betacarotenos, nutrientes que fortalecen el sistema inmune y combaten los radicales libres.

LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA D
En los meses fríos, la exposición solar disminuye y con ello los niveles de vitamina D, indispensable para la función inmunológica. Para compensar esta falta, se pueden incorporar alimentos como pescados azules, huevos y lácteos fortificados. En algunos casos, los expertos sugieren considerar suplementos de vitamina D, siempre bajo orientación médica, para reducir el riesgo de infecciones respiratorias.
El intestino tiene un papel esencial en la inmunidad: se calcula que alrededor del 80 % del sistema inmunitario se encuentra vinculado con la microbiota intestinal. Por eso, consumir al menos 30 gramos de fibra al día resulta fundamental. Legumbres, cereales integrales, frutas, verduras y semillas como la chía o la linaza favorecen una flora intestinal saludable, que a su vez fortalece las defensas del cuerpo ante virus y bacterias.

Otra forma de cuidar el sistema inmunitario es a través del consumo de alimentos fermentados, como el yogur natural, el kéfir, el miso, el chucrut o la kombucha. Estos productos aportan probióticos que equilibran la microbiota intestinal, mejoran la digestión y ayudan al organismo a responder mejor ante infecciones. Algunos estudios incluso han mostrado que ciertos microorganismos presentes en estos alimentos pueden inhibir virus respiratorios como el de la gripe.
DESCANSO, ESTRÉS Y BIENESTAR GENERAL
Dormir bien y mantener niveles bajos de estrés son factores determinantes para conservar una buena salud inmunológica. El descanso reparador permite regular las hormonas del estrés y reduce la inflamación, mientras que las técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, contribuyen al equilibrio del cuerpo. Además, los expertos recomiendan pasar tiempo al aire libre, ya que el contacto con la naturaleza mejora la circulación, la oxigenación y la exposición a la luz natural, todo lo cual favorece las defensas.

Además de una buena alimentación y descanso, hay medidas preventivas que no deben pasarse por alto: lavarse las manos con frecuencia, evitar los cambios bruscos de temperatura, ventilar los espacios cerrados y, cuando sea necesario, acudir al médico o aplicarse la vacuna contra la gripe.
Estas acciones, sumadas a una rutina equilibrada, pueden reducir significativamente el riesgo de enfermarse durante los meses fríos.