Nosotros

 
Proteína

Los principales mitos sobre la proteína en polvo

Te contamos los mitos más comunes, y las aclaraciones correspondientes, para ayudar a entender mejor cuándo conviene considerar proteína en polvo.

Los principales mitos sobre la proteína en polvo

DANIELA ALMAGUER 3 dic 2025 - 14:51

El debate sobre la proteína en polvo está lleno de mitos y prejuicios. Sin embargo, muchos de esos mitos pueden dejar de ser obstáculos y mostrar que, bien usada, este suplemento puede ser una herramienta útil para la salud más allá del gimnasio.

Por ello, aquí los mitos más comunes, y las aclaraciones correspondientes, para ayudar a entender mejor cuándo conviene considerar proteína en polvo.

DAÑO A RIÑONES, HÍGADO O INTESTINOS

Existe la creencia de que consumir proteína en polvo puede dañar los riñones, el hígado o provocar inflamación intestinal.

Sin embargo, en personas sanas, un aporte proteico adecuado no supone un riesgo para esos órganos. El hígado y los riñones son capaces de adaptarse sin problemas, siempre que haya una hidratación correcta y una dieta equilibrada.

No obstante, se recomienda precaución si existe antecedentes médicos renales o hepáticos, y en esos casos acudir a un profesional de la salud.

“ES UN PRODUCTO ARTIFICIAL Y POCO SALUDABLE”

Hay quienes asumen que la proteína en polvo es algo artificial, un suplemento relleno de químicos y poco recomendable. Pero esa visión es incorrecta en muchos casos, la proteína en polvo puede provenir de fuentes naturales, como suero de leche, guisante, arroz, soja o colágeno, y ser tan válida como la proteína de los alimentos tradicionales.

Lo que sí varía es la calidad de las fórmulas, algunas mezclas pueden contener azúcares añadidos, edulcorantes o rellenos, por lo que conviene revisar bien la etiqueta y optar por marcas confiables. En su versión cuidada, la proteína en polvo ofrece un aporte proteico concentrado y legítimo, equivalente al de los alimentos naturales.

SOLO SIRVE PARA DEPORTISTAS

Otro mito muy difundido es que la proteína en polvo está destinada únicamente a quienes entrenan intensamente o levantan pesas. Pero esta cumple funciones esenciales en todo el cuerpo, participa en la formación de tejidos, hormonas, enzimas, mantiene la masa muscular y la salud ósea, y es clave para el metabolismo incluso en quienes no son atletas.

En contextos de vida agitada, con comidas irregulares o en etapas donde las necesidades proteicas aumentan (como postparto, menopausia o envejecimiento), la proteína en polvo puede ser una ayuda práctica para asegurar un consumo adecuado.

ENGORDA O TE PONE DEMASIADO FUERTE

Muchas personas evitan la proteína en polvo por miedo a ganar peso o desarrollar un cuerpo excesivamente musculoso. La realidad, es que la proteína por sí sola no engorda: lo que define un aumento de peso es el balance energético, las calorías consumidas frente a las gastadas, no un nutriente aislado.

Además, consumir proteína puede generar saciedad, ayudar a controlar el apetito y favorecer un mayor gasto energético durante la digestión. En cuanto a “ponerse fuerte”, eso depende sobre todo de entrenar con intensidad, tener un exceso calórico y constancia: la proteína sola no transforma el cuerpo.

SI COME UNO BALANCEADO NO LA NECESITA

Finalmente, está la idea de que una dieta equilibrada bastaría para cubrir las necesidades de proteína, y por eso no habría necesidad de suplementos. En teoría, así debería ser. Pero en la práctica muchas personas no alcanzan la ingesta recomendada, ya sea por comer poca variedad, tener un estilo de vida ocupado, dietas con bajo aporte animal o en momentos de mayor demanda física.

En esos escenarios, un batido de proteína puede ser un recurso sencillo y efectivo para asegurar un aporte adecuado. Además, se recomienda distribuir la proteína a lo largo del día, en las comidas principales o snacks, para optimizar su absorción y efectos.

Al final, los prejuicios en torno a la proteína en polvo, especialmente entre mujeres, han limitado su uso, muchas veces por ideas erróneas sobre su función o supuestos efectos negativos.

Por ello, estar informado e investigar, puede acabar con esa idea de que la proteína en polvo puede dejar de ser “solo para fitness” y convertirse en una herramienta legítima para apoyar la salud integral, la masa muscular, la energía y el bienestar general.

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nosotros