Muertes viales: negligencia de autoridad y corresponsabilidad social
Dos nuevas muertes por accidente de tránsito en las calles de la ciudad capital despertaron la indignación de la sociedad en general. Apenas unas semanas atrás, la muerte de un joven motociclista por la imprudencia de un policía que se pasó un alto, había provocado diversas movilizaciones para exigir justicia y hoy el tema vuelve a dar de qué hablar.
Tan solo en los primeros seis meses del 2025, en el estado de Durango se habían iniciado 98 carpetas de investigación por homicidios culposos vinculados a accidentes de tránsito, de los cuales 27 fueron en la capital. Y aunque las cifras anuales han ido a la baja en los últimos años, dichas estadísticas de nada les sirven a las familias de las víctimas.
Estos lamentables decesos de las últimas semanas se dieron en medio de la aprobación de un nuevo Reglamento de Vialidad en Durango, que fue presumido por la autoridad municipal con bombo y platillo, en el que se habló de priorizar la vida de los peatones y reducir los límites de velocidad para evitar accidentes.
Sin embargo, el mismo Ayuntamiento reconoció que sería complicado poder aplicarlo y sancionar a los infractores de inmediato por diversas razones, como la falta de señalética adecuada, necesidad de ingeniería vial y una intensa labor de socialización para conocerlo. Es decir, letra muerta hasta entonces.
¿Para qué presumir un reglamento que no se va a aplicar o que muestra claras deficiencias de la autoridad? Por ejemplo, el nuevo límite de velocidad en la capital es de 50 kilómetros por hora, pero en algunos bulevares la señalética actual marca 60, lo que de entrada es contradictorio. Además, no existe un control y supervisión adecuado al momento de expedir las licencias para conducir y ni hablar del mal estado de semáforos o falta de letreros que dificultan la circulación en las calles.
El Municipio ha informado hasta el cansancio de los operativos para retirar los vidrios polarizados, autos y motos sin placas o multas a conductores que no porten casco, pero sabemos que son acciones que no duran más allá de una semana o que se focalizan en ciertas zonas de la ciudad, que solo sirven para recaudación y no para realmente poner orden.
Sí, es cierto que las autoridades son corresponsables en el desorden vial que existe en las calles, aunque también hay corresponsabilidad de la sociedad, como de los padres de familia que permiten a sus hijos conducir en estado de ebriedad o sin los mínimos conocimientos y aptitudes para estar frente a un volante.
De nada sirve tener las mejores calles y señalización si no se respeta la ley. La muerte del joven motociclista y la del conductor del Uber frente a la Camionera se debió a la irresponsabilidad de dos conductores que decidieron omitir la luz roja en el semáforo y terminaron acabando con la vida de personas inocentes.
Absolutamente de nada sirve presumir un nuevo reglamento si no eres capaz de aplicarlo. En las calles de la ciudad abundan los motociclistas que invaden carriles, las camionetas ostentosas que no respetan las leyes, los conductores que van revisando el celular en lugar de poner atención a la calle en donde circulan, etc, etc.
Otras ciudades del país comenzaron a ver resultados en materia de vialidad cuando se endurecieron las sanciones. En Nuevo León, por ejemplo, las multas por conducir alcoholizado pueden variar desde los 21 mil 714 pesos y hasta los 65 mil pesos, según el grado de ebriedad y la reincidencia. En Guadalajara, Jalisco, oscila entre 16,285 y los 21,714 pesos mientras que en Durango va desde los 3,394 a los 10,182 pesos. ¿Nota la diferencia?, ¿Dónde cree que se piensen más las cosas antes de tomar y conducir?
El caso de la camioneta TRX que le quitó la vida a un joven conductor, el pasado viernes frente a la Central de Autobuses, tenía otras implicaciones, porque el responsable huyó de la escena a pesar de la videovigilancia y dos días después, presuntamente se entregó a la autoridad, aunque la Fiscalía lo negó y afirmó que sí hubo investigación, cateos, revisiones e inspecciones.
Ayer por la noche, en las inmediaciones de las colonias Valle del Guadiana y Jardines de Cancún, un joven también perdió la vida tras ser arrollado por uno de los vehículos conocidos como RZR, un todoterreno "side-by-side", donde tampoco hubo detenidos porque se dieron a la fuga.
¿Cuántas muertes más se van a tolerar para poner un verdadero orden en las calles?, ¿El familiar de quién tiene que sufrir un accidente para decir "ya basta" ?, ¿a quién le tiene que pasar "algo así" para tomar consciencia? Lo que sucede en Durango no se debe tomar a la ligera, pues por lo visto, cualquiera que salga a la escuela, al trabajo, a ejercitarse o simplemente a divertirse, está expuesto a sufrir un accidente grave, sí, aunque se lea fatalista... ¿o usted qué opina?
Twitter (X): @jperezarellano