Mundial de Clubes: Chelsea golea 3-0 al Paris Saint-Germain y se proclama campeón inaugural
Chelsea y Paris Saint-Germain se disputaron el título del Mundial de Clubes 2025 en el MetLife Stadium, en un duelo de estilos opuestos y ambiciones compartidas. Los Blues llegaban tras superar a Fluminense, mientras que Les Parisiens humillaron por 4-0 al Real Madrid para conseguir el boleto, por lo que, bajo el clima eléctrico de Nueva Jersey, ambos equipos presentaron sus figuras y argumentos de peso.

Primer Tiempo
El Chelsea salió con decisión desde el arranque, presionando alto y obligando al PSG a retroceder sin claridad. Pedro Neto y Joao Pedro se mostraron activos por los costados, mientras Palmer se ubicó como enlace central, generando superioridad en cada transición, lo cual llevó a la inauguración del marcador; al minuto 21, una jugada por izquierda terminó en pase filtrado de Fernández que Palmer definió cruzado, venciendo a Donnarumma para el 1-0.
El PSG intentó responder desde la posesión, con Joao Neves y Vitinha como ejes, pero no logró profundidad, aunado a que Kvaratskhelia fue contenido por Malo Gusto y Doué, por lo que apenas tocó el balón en zona ofensiva. Acto seguido, al 29’, Palmer volvió a aparecer tras una recuperación de Caicedo, quien recortó en el área y colocó el segundo con un remate al segundo poste.
En la recta final, los londinenses mantuvieron la presión y capitalizaron otro error; al 42’, Joao Pedro interceptó una salida de Fabián Ruiz, encaró en diagonal y disparó al ángulo desde el borde del área para el 3-0 lapidario. El PSG se fue al descanso sin remates a puerta, superado en intensidad y táctica, mientras Chelsea firmaba una de sus mejores mitades en torneos internacionales.
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Segundo Tiempo
El PSG apostó todas sus fichas al arranque del segundo tiempo, pero Chelsea ya había tomado el pulso del partido y ahogaba cualquier insinuación antes de que se volviera amenaza, con un bloque defensivo firme y un Robert Sánchez impecable bajo los tres palos. La desesperación de Les Parisiens se filtró en los pases sin planteamiento, y con tiros nada certeros, los cuales en ningún momento representaron peligro para los Blues.
Chelsea sostuvo la intensidad justa para mantener a raya cualquier reacción, con transiciones medidas y un reloj que jugaba a su favor, mientras los de Luis Enrique lanzaban centros sin dirección y disparos sin convicción; el 3-0 se mantuvo sin sobresaltos y confirmó lo que el juego insinuó desde el primer minuto. No hubo lugar para la duda, siendo así que, tras el silbatazo final, los Blues se afianzaron como el campeón inaugural de este nuevo formato de Mundial de Clubes.
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