Hecho. El albañil murió aplastado, no por caída.
La muerte de un albañil ocurrida la mañana del martes en un domicilio del fraccionamiento Lomas del Sahuatoba fue esclarecida por autoridades, al confirmarse que el trabajador no cayó al interior de una chimenea, sino que perdió la vida al ser aplastado por la estructura mientras realizaba labores de demolición.
El hecho fue reportado alrededor de las 10:30 horas, cuando a través de la línea de emergencias se alertó que a un masculino le había caído una barda encima en un inmueble ubicado en la privada San Javier. Al lugar acudieron paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, delegación Durango, quienes confirmaron que la persona ya no contaba con signos vitales.
Posteriormente, fueron notificadas las autoridades ministeriales, por lo que elementos de la trilogía de la investigación, integrada por elementos de la Policía Investigadora del delito y servicios periciales, coordinados por el Agente del Ministerio Público, se trasladaron al sitio para iniciar las diligencias correspondientes.
Al arribar, las autoridades localizaron el cuerpo de un hombre en el área de la azotea de la tercera planta del inmueble, entre escombro, en posición de decúbito lateral derecho. Presentaba una lesión severa en la cabeza, con abundante sangrado, así como expulsión de masa encefálica y un globo ocular; en la mano derecha sostenía una pala, y a corta distancia se encontraba un marro de fierro.
Durante las indagatorias se estableció que el escombro provenía de la salida de humo de una chimenea que estaba siendo demolida. En el lugar se entrevistó a un joven de 18 años de edad, compañero de trabajo del hoy occiso, quien explicó que ambos realizaban labores propias de la albañilería.
De acuerdo con su testimonio, los hechos ocurrieron aproximadamente a las 10:30 horas, cuando el trabajador, identificado como José Eduardo González Landeros, de 35 años de edad, se encontraba retirando material acumulado cerca de la estructura. En ese momento, la chimenea comenzó a colapsar y terminó por desplomarse sobre él, provocándole la muerte de manera instantánea.
Tras concluir las diligencias en el lugar, el Representante Social ordenó el levantamiento y traslado del cuerpo al Servicio Médico Forense, donde se le practicará la necropsia de ley para determinar de manera oficial la causa de muerte, quedando el caso integrado como un hecho de carácter accidental.