Medallistas. Emmanuel Zendejas y Diego Flores le dieron a Durango los dos oros con los que se rompió la marca del año pasado, llegando a 24 preseas del metal más preciado.
La delegación duranguense de paratriatlón culminó su participación en la Paralimpiada Nacional 2025 con un cierre perfecto: dos medallas de oro, reflejo del esfuerzo, la disciplina y la voluntad inquebrantable de sus jóvenes atletas.
En la sexta y última etapa de esta justa nacional, desarrollada en la capital hidrocálida, los duranguenses demostraron su fortaleza en cada brazada y zancada. El evento tuvo lugar en la alberca del Instituto del Deporte del Estado de Aguascalientes y en la emblemática avenida López Mateos, donde se vivieron intensas pruebas de paraduatlón y paraacuatlón.
El primero en entrar en acción fue Diego Flores, debutante en esta competencia nacional, quien bajo la guía de su entrenadoir Édgar García y el respaldo del jefe de departamento del deporte adaptado en Durango, José Luis Reyes, enfrentó con determinación la categoría Paraduatlón 13-16 años (PTS3). Su tiempo de 33:36 minutos le valió el oro, en una actuación que dejó clara su promesa dentro del deporte adaptado.
Más tarde, Emmanuel Zendejas reafirmó el buen paso de Durango al conquistar el segundo oro del día. En su cuarta Paralimpiada Nacional, y dentro de la categoría Paraacuatlón 16-18 años (PTS2), Emmanuel cronometró 12:11 minutos, superando a su rival de Querétaro y demostrando una vez más la fuerza de su preparación y la madurez adquirida en el alto rendimiento.
Ambos atletas dieron muestra de la tenacidad que caracteriza a la nueva generación de deportistas duranguenses, que no solo compiten, sino que inspiran.
Con estas dos preseas doradas, Durango cerró su participación en la Paralimpiada Nacional 2025 con 49 medallas en total, una más que el año anterior, y un nuevo récord histórico de 24 oros, superando las 22 logradas en la edición previa.
La historia de estos jóvenes refleja el verdadero espíritu del deporte: esfuerzo, superación y la convicción de que los límites solo existen para ser vencidos.
El equipo duranguense regresa a casa con el orgullo de haber cumplido y con la satisfacción de seguir escribiendo páginas doradas en la historia del deporte adaptado.