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Pavola, 'Güino' Herrera y la violencia de género viral

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Pavola, 'Güino' Herrera y la violencia de género viral

VICTOR MONTENEGRO 3 nov 2025 - 04:04

Muchos duranguenses se preguntarán quién es Melanie Pavola y qué tiene que ver con Durango. Para quienes nacimos antes de la era digital, su fama puede resultar ajena o hasta intrascendente, sin embargo las nuevas generaciones ubican perfectamente a esta modelo e influencer con millones de seguidores en las redes sociales.

Originaria de Monterrey, Nuevo León, su nombre desde hace días inunda las redes sociales y está ligado a episodios de violencia, celebridades de la música y, recientemente, a un polémico y conocido empresario lagunero de la industria láctea en la región.

Se trata de una creadora de contenido y una de las mujeres más seguidas en plataformas como Instagram y OnlyFans. Su belleza y presencia mediática la convirtieron en toda una celebridad, pero hoy su nombre vuelve a los titulares por una razón más oscura.

Y es que una nueva denuncia de violencia publicada por esta influencer nativa de Monterrey, y marcada por las letras: "GH", puso nuevamente en el centro del debate la relación entre poder, impunidad y la violencia de género en nuestro país.

El caso es que Pavola publicó fotografías que muestran hematomas en partes de su cuerpo, acompañadas del mensaje "Golpeador", adjunto a las iniciales antes en mención. El post encendió de inmediato la conversación digital, y los usuarios conectaron el mensaje con el sobrino de la expresidenta municipal de Gómez Palacio, la señora Leticia Herrera Ale.

La polémica en torno a Ernesto "Güino" Herrera lo han mantenido en el radar público: vínculos políticos, adjudicaciones millonarias y hasta acusaciones sobre presunta corrupción. Aún se recuerda cuando el gobernador Esteban Villegas tuvo que meter las manos para rescatarlo de una detención, por el caso Segalmex.

En la contraparte, ciertamente no es la primera vez que Melanie Pavola hace pública una agresión. En 2022, acusó al rapero regiomontano Babo, líder de Cartel de Santa, por presuntamente haberla golpeado tras una discusión en un evento público. Aquel caso, como tantos otros, se diluyó con el tiempo y sin consecuencias.

Hoy, tres años después de aquel caso, la historia se repite: otra denuncia, otro agresor con influencias y poder económico, aunado al silencio y la protección institucional. Lo único que cambia es el contexto, el escenario, el nombre y apellido del presunto responsable.

Durango, como muchas otras entidades del país, sigue atrapado en una cultura del silencio donde la alerta de violencia de género continúa vigente desde que fue declarada hace siete años; donde las agresiones contra las mujeres se relativizan o se niegan si el agresor pertenece a una élite económica o política.

El caso de Pavola no debería reducirse a una historia de farándula, sino a un cuestionamiento de fondo que implique justicia y castigo a los culpables de violentar a las mujeres en Durango, La Laguna o Nuevo León, donde sea, máxime si ostentan y llevan acumulando denuncias, escándalos y hasta nexos con delitos graves sin que exista una sola consecuencia real.

EN LA BALANZA.- La detención de tres policías de Nombre de Dios, incluido el exdirector de Seguridad Pública, por el presunto homicidio de un detenido y la tortura de otro, exhibe una vez más la podredumbre institucional que persiste en algunos cuerpos policiacos. Se celebra que haya justicia en el caso, sin embargo, lo ocurrido no es un hecho aislado, sino el reflejo de una cultura de impunidad que se ha normalizado bajo el amparo del uniforme y el poder. Que un ciudadano pierda la vida dentro de una celda bajo custodia del Estado no solo es un crimen, sino una traición al deber más básico de toda autoridad: proteger al ciudadano, inclusive su vida misma.

X: @Vic_Montenegro

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