Piden a autoridades atender el bullying en Durango; regidora advierte de consecuencias graves

El acoso escolar no solo afecta a la comunidad escolar, también provoca daños emocionales, psicológicos y sociales que pueden tener consecuencias devastadoras y permanentes en las víctimas o los involucrados.

“Ansiedad, depresión, aislamiento, bajo rendimiento escolar e incluso riesgos de autolesión o intentos de suicidio, que de no atenderse a tiempo agravan el sufrimiento y prolongan el daño psicológico”, son algunas de esas consecuencias subrayó la regidora de Movimiento Ciudadano, Mariana Verduga Palencia.

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado este 10 de octubre, la edil demandó a las autoridades y a la sociedad atender el fenómeno del bullying en niños, niñas y adolescentes como un tema prioritario de salud pública.

La regidora lamentó que hasta un 70 por ciento de los padres de familia desconoce que sus hijos sufren acoso escolar, lo que limita la atención temprana y reduce las oportunidades de intervención.

De acuerdo con datos recientes, 3 de cada 5 menores en Durango han sufrido bullying, una cifra alarmante que refleja la urgencia de tomar acciones coordinadas.

“Casos documentados en escuelas de la capital y comunidades como Tlahualilo muestran que el problema puede escalar a niveles de violencia física, psicológica e incluso sexual, afectando gravemente la salud mental de las víctimas”, advirtió.

Verduga enfatizó que no se deben normalizar este tipo de conductas, sino actuar desde la prevención y la empatía.

Entre las alternativas que se pueden trabajar, se encuentra la creación de mecanismos confidenciales de denuncia dentro de las escuelas, para que niñas, niños y adolescentes puedan reportar sin temor.

En el caso del personal docente y directivo, sugirió que se capaciten en la detección de señales de acoso y en primeros auxilios emocionales. Además, pidió garantizar atención psicológica inmediata y seguimiento a las víctimas a través del DIF Municipal.

Finalmente, llamó a que desde las familias se fomente la empatía, los valores y la sana convivencia como base para erradicar el bullying.