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¿Por qué siempre tienes hambre?

El hambre física se manifiesta con señales claras, rugido en el estómago, fatiga o mareo.

EL SIGLO DE DURANGO 28 nov 2025 - 04:04

Sentirse hambriento todo el tiempo, incluso poco después de haber comido, puede ser señal de que algo más que tu estómago está "pidiendo combustible".

Lejos de ser solo una cuestión de fuerza de voluntad, el apetito tiene raíces fisiológicas, hormonales, emocionales e incluso contextuales.

Por ello, aquí los distintos tipos de "hambre", lo que la ocasiona y otros aspectos importantes que se relacionan a ello.

HAMBRE FÍSICA, USO REAL DE ENERGÍA 

El tipo de hambre más claro y clásico es el hambre física, cuando el cuerpo realmente necesita energía. Aparece con señales como el clásico "rugido" del estómago, fatiga, dificultad para concentrarse, mareo o debilidad.

Este mecanismo está regulado por hormonas como grelina, que envía la señal al cerebro de que es momento de recargar energías.

HAMBRE HEDÓNICA

Pero no todo hambre nace de la necesidad calórica. Está también el llamado hambre hedónica, ese deseo de comer aunque tu cuerpo ya esté satisfecho. Puede dispararse por costumbres, aburrimiento, estrés o simplemente por estímulos del entorno, como ver comida, olerla, o tenerla al alcance.

Este tipo de hambre es el más común en situaciones cotidianas, un antojo inesperado en la oficina, picar algo tras una discusión, o querer un postre solo "porque sí".

 GLUCOSA Y ANTOJOS REPENTINOS

La sensación de hambre también puede estar ligada a cómo responden a la comida la glucosa en la sangre y las hormonas reguladoras.

Cuando alguien consume muchos carbohidratos o azúcares, estos elevan rápido la glucosa, pero luego provocan un "bajón" que puede generar hambre repentina, aun cuando no hay un déficit real de energía.

En esos casos, el cuerpo "pide más combustible", aunque lo que en realidad necesita es equilibrio: proteínas, grasa saludable y fibra, que dan saciedad por más tiempo.

 ¿Y POR QUÉ EL HAMBRE CONSTANTE?

Hay varias razones por las que una persona puede sentir hambre casi todo el tiempo. Una de ellas es comer menos de lo que realmente necesita su cuerpo, especialmente cuando se siguen dietas muy bajas en calorías o se eliminan grupos completos de alimentos sin reemplazarlos adecuadamente.

También influye que alguien tenga una rutina de actividad física frecuente, ya que el ejercicio incrementa el gasto energético y, por lo tanto, aumenta la demanda de nutrientes.

Otra causa común es consumir pocas proteínas o grasas saludables, macronutrientes esenciales para prolongar la sensación de saciedad.

A esto se suma la falta de sueño, dormir mal altera hormonas clave del apetito y hace que el cuerpo pida más comida de lo habitual. La baja ingesta de fibra también es determinante, porque acelera la digestión y provoca la sensación de hambre más rápido de lo esperado.

Finalmente, el estrés y la ansiedad tienen un papel importante. Los estados emocionales pueden alterar el apetito y detonar el llamado hambre emocional o hambre hedónica, ese impulso de comer no por necesidad energética sino por buscar consuelo, distracción o placer.

Hacer ejercicio constante también
Hacer ejercicio constante también

puede provocar más hambre, lo que
puede provocar más hambre, lo que

es completamente normal.
es completamente normal.

Consumir muchos carbohidratos simples puede provocar picos de glucosa y hambre poco después.
Consumir muchos carbohidratos simples puede provocar picos de glucosa y hambre poco después.

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